Una sociedad integrada por aproximadamente una veintena de carniceros usuarios del matadero de Carballiño y ex trabajadores del mismo establecimiento optarán al concurso público que convocará el Concello con vistas a reanudar la actividad, paralizada desde septiembre de 2012, a raíz de una explosión que se produjo en una caldera de agua. Al final, la antigua sociedad Carnes de Carballiño, que dirigió el matadero desde su creación, no llegó a un acuerdo con las autoridades municipales y, en principio, ha decidido no optar a este nuevo concurso, después de que concluyera su contrato con el Ayuntamiento.
Una deuda de 30.000 euros con el Concello está en el fondo de esta renuncia por parte de la anterior sociedad, ya que las autoridades municipales exigen que se abone para poder hacerse de nuevo con el funcionamiento del establecimiento. Algo a lo que se han negado sus integrantes, asegurando que la sociedad no dispone de liquidez para abonar la deuda si no pueden utilizar las instalaciones para generar ingresos.
Nueve trabajadores resultaron afectados por el cierre y el retraso en el arreglo de los deperfectos ocasionados por la explosión y la reposición de la caldera, cuyo montante total ronda los 40.000 euros de inversión. No obstante, de los nueve ex empleados, no todos se integran en la nueva sociedad ya que al menos dos de ellos, debido al retraso en la reapertura del establecimiento, han buscado otras salidas laborales.
Igualmente, también están directamente perjudicados los carniceros de toda la comarca y otros concellos limítrofes que se ven obligados a trasladar los animales a Ourense o Lalín, lo que les supone un incremento de gasto debido al transporte.
La nueva sociedad procede en estos momentos a ultimar los estatutos y sus miembros confían en que puedan hacerse cago de la gestión del matadero, después de que el Concello asuma las reparaciones. El alcalde, Argimiro Marnotes, no quiso adelantar acontecimientos, si bien declaró que confía en poner fin definitivamente a esta paralización en próximas fechas. Para ello, el Concello ha redactado el proyecto de las obras que hay que realizar, manifestando el regidor su deseo de que los ex empleados recuperen su puesto.
Nueve trabajadores resultaron afectados por el cierre y el retraso en el arreglo de los deperfectos ocasionados por la explosión y la reposición de la caldera, cuyo montante total ronda los 40.000 euros de inversión. No obstante, de los nueve ex empleados, no todos se integran en la nueva sociedad ya que al menos dos de ellos, debido al retraso en la reapertura del establecimiento, han buscado otras salidas laborales.
Igualmente, también están directamente perjudicados los carniceros de toda la comarca y otros concellos limítrofes que se ven obligados a trasladar los animales a Ourense o Lalín, lo que les supone un incremento de gasto debido al transporte.
La nueva sociedad procede en estos momentos a ultimar los estatutos y sus miembros confían en que puedan hacerse cago de la gestión del matadero, después de que el Concello asuma las reparaciones. El alcalde, Argimiro Marnotes, no quiso adelantar acontecimientos, si bien declaró que confía en poner fin definitivamente a esta paralización en próximas fechas. Para ello, el Concello ha redactado el proyecto de las obras que hay que realizar, manifestando el regidor su deseo de que los ex empleados recuperen su puesto.
