El presidente de Aixiña, Recaredo Paz Prieto, falleció ayer tras una larga enfermedad. Paz fue el fundador del colectivo, que comenzó a dar sus primeros pasos en 1969, y su muerte causó una honda conmoción, tanto a las 72 personas que trabajan en Aixiña como en el resto de la sociedad ourensana. Paz era un luchador incansable en favor de la integración de las personas discapacitadas, además de la llamada tercera edad dependiente. A los 16 años una malformación de la columna marcó su vida.
La Asociación para la integración de las personas con minusvalía física, parálisis cerebral y tercera edad dependiente (Aixiña) quedó ayer huérfana. Su fundador y motor, Recaredo Paz Prieto, falleció ayer en el Complexo Hospitalario de Ourense, a los 58 años, después de una larga enfermedad.
Recaredo Paz era un luchador incansable en favor de la integración de los minusválidos físicos y psíquicos, además de las personas mayores dependientes. Comenzó su lucha a los 16 años cuando sufrió una malformación de la columna vertebral, que le redujo movilidad. A partir de ese momento su objetivo fue la eliminación de las barreras arquitectónicas y sociales. Os obstáculos cos que eu me atopei son os mesmos cos que se atopa hoxe calquer minusválido, non variaron demasiado. As personas discapacitadas non contaron moito na Historia, afirmaba en una entrevista publicada por La Región en diciembre del 200.
Pero su esfuerzo no fue en vano. Ayer lo lloraban los 72 trabajadores que integran en la actualidad Aixiña, además del más de millar de socios y los 400 minusválidos que se benefician de sus actividades. Su fallecimiento también causó conmoción entre los políticos, ciudadanos anónimos y presidentes de otros colectivos sociales y empresas ourensanas.
Recaredo Paz firmó a lo largo de los casi 39 años de vida de Aixiña diferentes convenios con las administraciones autonómica y local, además de la Diputación y empresas privadas para poner proyectos en marcha como los talleres y una tienda de artesanía. La asociación también realizaba trabajos para múltiples empresas y administraciones.
Recaredo Paz, para favorecer la integración puso en marcha una escuela de padres y un centro de distribución de productos cárnicos, además de facilitar transporte a todos los minusválidos a los centros de día de la ciudad. Otra de sus iniciativas fue la escuela de música para favorecer la integración de niños con minusvalías y la cociña solidaria destinada a colectivos sociales poco favorecidos. En la actualidad, Paz Prieto tenía en mente abrir una residencia de 20 plazas para personas con grandes discapacidades.
Un hombre bueno y muy generoso
El fallecimiento de Recaredo Paz Prieto en la tarde conmocionó a la sociedad ourensana. Para el presidente de la Diputación, José Luis Baltar, se va un hombre que fue la muestra del esfuerzo, lucha y bondad. Pese a sus problemas físicos, supo ponerse al frente de Aixiña y buscar soluciones para llevarla a lo más alto. Fue un hombre bueno y generoso.
El alcalde, Francisco Rodríguez, afirmaba que es una pérdida irremplazable para la ciudad. Fue un activista incansable en pro de la igualdad y un ejemplo, dado que, pese a sus limitaciones físicas, supo romper barreras organizando actividades deportivas y sociales.
Para el portavoz municipal del PP, Enrique Nóvoa, el fallecimiento de Recaredo Paz se notará en toda la provincia, no sólo en la ciudad. Es una gran pérdida, sobre todo para el colectivo de minusválidos y personas con dependencia. Fue un luchador y una persona con un talente extraordinario.
Compañeros de lucha, como el presidente de la Asociación de Familias de Enfermos Mentales (Morea), Alfonso Díaz, también destacaron las cualidades de Recaredo Paz. Es una perdida irremplazable. Trabajamos mucho tiempo juntos en proyectos en común y era un luchador nato, una persona que nunca se daba por vencida y con una grandísima bondad ya que hasta nos prestó un local en las instalaciones de Aixiña.
Los restos mortales de Recaredo Paz recibirán sepultura el sábado a las 17.30 en la iglesia de Taboadela. El funeral será el lunes -18.30- en dicho templo.
Recaredo Paz era un luchador incansable en favor de la integración de los minusválidos físicos y psíquicos, además de las personas mayores dependientes. Comenzó su lucha a los 16 años cuando sufrió una malformación de la columna vertebral, que le redujo movilidad. A partir de ese momento su objetivo fue la eliminación de las barreras arquitectónicas y sociales. Os obstáculos cos que eu me atopei son os mesmos cos que se atopa hoxe calquer minusválido, non variaron demasiado. As personas discapacitadas non contaron moito na Historia, afirmaba en una entrevista publicada por La Región en diciembre del 200.
Pero su esfuerzo no fue en vano. Ayer lo lloraban los 72 trabajadores que integran en la actualidad Aixiña, además del más de millar de socios y los 400 minusválidos que se benefician de sus actividades. Su fallecimiento también causó conmoción entre los políticos, ciudadanos anónimos y presidentes de otros colectivos sociales y empresas ourensanas.
Recaredo Paz firmó a lo largo de los casi 39 años de vida de Aixiña diferentes convenios con las administraciones autonómica y local, además de la Diputación y empresas privadas para poner proyectos en marcha como los talleres y una tienda de artesanía. La asociación también realizaba trabajos para múltiples empresas y administraciones.
Recaredo Paz, para favorecer la integración puso en marcha una escuela de padres y un centro de distribución de productos cárnicos, además de facilitar transporte a todos los minusválidos a los centros de día de la ciudad. Otra de sus iniciativas fue la escuela de música para favorecer la integración de niños con minusvalías y la cociña solidaria destinada a colectivos sociales poco favorecidos. En la actualidad, Paz Prieto tenía en mente abrir una residencia de 20 plazas para personas con grandes discapacidades.
Un hombre bueno y muy generoso
El fallecimiento de Recaredo Paz Prieto en la tarde conmocionó a la sociedad ourensana. Para el presidente de la Diputación, José Luis Baltar, se va un hombre que fue la muestra del esfuerzo, lucha y bondad. Pese a sus problemas físicos, supo ponerse al frente de Aixiña y buscar soluciones para llevarla a lo más alto. Fue un hombre bueno y generoso.
El alcalde, Francisco Rodríguez, afirmaba que es una pérdida irremplazable para la ciudad. Fue un activista incansable en pro de la igualdad y un ejemplo, dado que, pese a sus limitaciones físicas, supo romper barreras organizando actividades deportivas y sociales.
Para el portavoz municipal del PP, Enrique Nóvoa, el fallecimiento de Recaredo Paz se notará en toda la provincia, no sólo en la ciudad. Es una gran pérdida, sobre todo para el colectivo de minusválidos y personas con dependencia. Fue un luchador y una persona con un talente extraordinario.
Compañeros de lucha, como el presidente de la Asociación de Familias de Enfermos Mentales (Morea), Alfonso Díaz, también destacaron las cualidades de Recaredo Paz. Es una perdida irremplazable. Trabajamos mucho tiempo juntos en proyectos en común y era un luchador nato, una persona que nunca se daba por vencida y con una grandísima bondad ya que hasta nos prestó un local en las instalaciones de Aixiña.
Los restos mortales de Recaredo Paz recibirán sepultura el sábado a las 17.30 en la iglesia de Taboadela. El funeral será el lunes -18.30- en dicho templo.
