Ella estaba encamada desde 2020, cuando un ictus provocó que la mitad izquierda de su cuerpo quedase sin movilidad. Apenas se desplazaba, como mucho, a duras penas, según sus más allegados, casi arrastrada, entre su habitación y el baño. El pasado martes, poco antes de las nueve de la noche, los vecinos avisaron a lo servicios de emergencia cuando vieron salir humo de su vivienda, situada en el número 4 de la plaza de Quintela, a pocos metros de la Costiña de Canedo, dentro del municipio de Ourense.
Cuando los servicios de emergencia y los bomberos llegaron a la vivienda unifamiliar de dos plantas, pese a los intentos por reanimarla durante más de 30 minutos en el exterior de la casa por parte de los operarios del 061, nada pudieron hacer por salvar la vida de M.R.P., que falleció minutos después. Tenía 42 años, apenas tenía movilidad y convivía con un hombre toxicómano y con síndrome de Diógenes. La Policía Judicial investiga las posibles causas del incendio, con todas las hipótesis abiertas. En el momento de empezar el incendio, ella estaba sola en casa. Las pesquisas apuntan a que la chimenea de la planta baja estaba encendida y fue el origen del fuego, que prendió en los enseres y basura que había esparcidos por toda la casa, lo que hizo se propagara rápidamente.
Escasa movilidad
La víctima, con escasa movilidad, apenas pudo acertar a moverse de la cama al baño, donde se había caído y fue encontrada ya sin vida por los servicios de emergencia. Murió intoxicada. El fuego se dio por extinguido pasadas las once de la noche, más de dos horas después, tras el intenso trabajo de dos autobombas con ocho efectivos de los bomberos de la ciudad. También se desplazaron a la zona patrullas de la Policía Nacional y la Policía Local.
Hipótesis
Desde la Comisaría, informan de que la Policía Científica y la Policía Judicial están investigando y este miércoles realizaron una inspección ocular y procedieron a precintar la vivienda. En el exterior era posible visualizar la gran cantidad de basura que había acumulada en el interior de la casa, que se había acumulado durante años. La principal hipótesis apunta a un accidente, aunque no se descarta ninguna posibilidad, ya que fuentes de la familia hablaron de posibles “negligencias”.
Algunos vecinos apuntaron que en multitud de ocasiones habían visto al hombre quemar cables de cobre. Esta práctica es habitual entre los que se dedican a vender este preciado metal. Queman la goma aislante para que se consuma y se quede solo el cobre, para proceder a su venta.
La fallecida, que tenía hijos aunque no vivían con ella desde que eran pequeños, sino con sus abuelos, residía en esta vivienda unifamiliar de Quintela, que en la planta baja tenía una cocina con chimenea, donde se originó el fuego, así como un cuarto de baño, habitáculo en el que la víctima fue hallada inconsciente. Sus descendientes habían pedido la colaboración de las autoridades en diferentes ocasiones ante el mal estado de habitabilidad en el que vivía esta pareja en su casa, rodeados de basura.
