Un fallo informático paró Correos durante una hora

El origen fue una avería en el suministrador de los servicios telefónicos 

Los usuarios del servicio de Correos en la ciudad se vieron sorprendidos ayer por el parón que se produjo a media mañana en el servicio de atención al público, en la sede de este organismo, en la calle Progreso, así como en el servicio de paquetería (Correos Express) que se lleva a cabo desde la sede situada en el Polígono de San Cibrao.

La razón del parón se debió, según explicaron desde las mismas oficinas de Correos, a "una caída a nivel nacional del suministrador de servicios telemáticos -Telefónica, en este caso-" a la que está conectado todo el sistema informático de este servicio en Ourense.

El parón se produjo, según estas mismas fuentes, "en torno a las diez y media de la mañana, impidiendo la realización de las operaciones informáticas desde ese momento hasta que se repuso el servicio, en torno a las once y cuarto de la mañana".

Una franja horaria -la de la incidencia- que era confirmada por una de las pocas personas que, minutos después del obligado parón por inexistencia del soporte informático que registrase las operaciones de envío o recepción de paquetes o cartas, había regresado a la sede de Correos para realizar finalmente la operación deseada.

"Yo vine a las once y no había casi nadie porque la gente venía y se iba", explicaba Antonio Cortés. La razón estaba en que "los que atienden los servicios de recogida y entrega de paquetes y cartas les dijeron que se había estropeado el sistema informático y no funcionaba nada".

Antonio Cortés regresó una hora más tarde, "en torno a las doce y cuarto del mediodía, y estaban empezando a coger la gente. Cuando llegué yo pasaban un montón de números sin que se atendiera a ninguna persona porque supongo que la gente que había venido y cogido número a las once no había vuelto, así que iba corriendo turno". A partir de ese momento, "arreglaron todo bastante rápido y la gente era atendida con celeridad, no hubo mayores problemas".

Una vez repuesto el servicio, la atención al público se desarrolló con la normalidad habitual, sin que se registraran protestas por parte de los usuarios, muchos de los cuales, simplemente, pospusieron sus gestiones.

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