Un centenar de personas se reunieron ayer un nuevo encuentro de misioneros que organiza la Diócesis de Ourense, y que este año tuvo lugar en Os Milagros y Xunqueira de Ambía. Entre los asistentes se encontraban 20 misioneros ourensanos que están desempeñando su labor en diferentes partes del mundo.El resto de los presentes eran religiosos, voluntarios de misiones y personas con inquietudes sobre su encomiable trabajo.
La Diócesis ourensana cuenta en la actualidad con 230 misioneros religiosos propagando la fe y realizando obras sociales en diferentes países de América Latina (196), África (22), Asia (5) y Europa (7).
Pero, según la secretaria de la Delegación, Josefa Ledo, 'cada vez hay menos misioneros, son mayores y no hay un relevo porque se ha perdido la vocación'.
En este sentido, Manuel Rodicio, delegado de misiones y misionero en Jipijapa (Ecuador), quiso destacar 'la grandeza de los misioneros que han entregado toda su vida a los demás en contextos muy complicados y que, llegada una edad avanzada, no se plantean regresar'.
El delegado se refirió también a todos aquellos laicos que colaboran en las misiones (médicos, maestros, fisioterapeutas, etcétera) porque 'nos hacen sentir que no estamos solos en esta tarea apasionante y que merece la pena continuar', concluyó.
Los participantes en el encuentro partieron de la ciudad a primera hora de la mañana en dirección al Santuario de los Milagros, donde entre otras actividades, celebraron una charla- coloquio, que contó con la presencia del obispo Monseñor Leonardo Lemos Montanet, y disfrutaron de un almuerzo. Por la tarde se dirigieron a Xunqueira de Ambía, donde tras visitar la capilla de Santa Eugenia y la colegiata, asistieron a una misa.
El objetivo de esta jornada es acoger a los misioneros que vienen de vacaciones y conocer sus experiencias. 'Es bueno escucharlos, hace falta que nos transmitan esa ilusión y esa vida, sobre todo en esta época de crisis social y económica', señala Josefa Ledo.
Pero, según la secretaria de la Delegación, Josefa Ledo, 'cada vez hay menos misioneros, son mayores y no hay un relevo porque se ha perdido la vocación'.
En este sentido, Manuel Rodicio, delegado de misiones y misionero en Jipijapa (Ecuador), quiso destacar 'la grandeza de los misioneros que han entregado toda su vida a los demás en contextos muy complicados y que, llegada una edad avanzada, no se plantean regresar'.
El delegado se refirió también a todos aquellos laicos que colaboran en las misiones (médicos, maestros, fisioterapeutas, etcétera) porque 'nos hacen sentir que no estamos solos en esta tarea apasionante y que merece la pena continuar', concluyó.
Los participantes en el encuentro partieron de la ciudad a primera hora de la mañana en dirección al Santuario de los Milagros, donde entre otras actividades, celebraron una charla- coloquio, que contó con la presencia del obispo Monseñor Leonardo Lemos Montanet, y disfrutaron de un almuerzo. Por la tarde se dirigieron a Xunqueira de Ambía, donde tras visitar la capilla de Santa Eugenia y la colegiata, asistieron a una misa.
El objetivo de esta jornada es acoger a los misioneros que vienen de vacaciones y conocer sus experiencias. 'Es bueno escucharlos, hace falta que nos transmitan esa ilusión y esa vida, sobre todo en esta época de crisis social y económica', señala Josefa Ledo.
