El área sanitaria ourensana conmemoró el Día Nacional del Donante de Órganos y Tejidos con la colaboración de la asociación Alcer, que instaló una mesa a las puertas del CHUO para informar a los interesados sobre este acto solidario que salva vidas. La pareja formada por Fernando Loureiro y Angelines Quintela se convirtieron en los protagonistas y contaron su experiencia. Él sufre problemas de riñón y ella se ofreció a donarle el suyo: “Teño medo ás operacións, pero non o pensei porque quero para el a mellor calidade de vida posible”, destacó Quintela.
Las donaciones se incrementaron en Ourense un 300% respecto al año anterior, cuando hubo dos donantes
En 2020, siete familias ourensanas dieron su consentimiento para donar órganos a 12 personas que se beneficiaron de ese acto altruista, alimentando esta cadena solidaria en medio de una pandemia que redujo de forma general las donaciones y los trasplantes. En lo que va de 2021, otras tantas familias contribuyeron a que se les trasplantase la córnea a 12 personas, en un procedimiento que lleva a cabo el servicio de Oftalmología del CHUO. “Hemos vuelto a cifras de 2015-2016, aumentando más de un 150% los donantes de órganos en el último año. Es un trabajo multidisciplinar en el que participan más de 100 personas y que sin la generosidad de las familias, sería imposible”, aseguró Jesús Priego, coordinador en Ourense de la Organización Nacional de Trasplantes e intensivista.
A nivel estatal, la donación cayó un 22,8% y los trasplantes un 18,8%, lo que se traduce en 4.425 operaciones gracias al consentimiento de 1.777 familias, 110 de ellas en Galicia. En Ourense, la tasa se incrementó un 300% con respecto a 2019, cuando solo hubo dos donantes. Priego es el encargado de coordinar todo el procedimiento para que los centros trasplantadores dispongan de la posibilidad de dar esperanzas a la personas que esperan por un órgano.
El gerente del área sanitaria, Félix Rubial, se acercó a la mesa informativa de Alcer para mostrar su agradecimiento a todas esas personas que “nun momento complicado da súa vida, deciden que os órganos dos seus seres queridos poidan cobrar unha nova vida”. Ese acto de consentimiento es de vital importancia para personas como Fernando Loureiro, que espera recibir pronto el riñón que todo lo cambie.
