El olor a rosa, gladiolo y clavel inundó ayer el templo de Fátima durante la 'Ofrenda das Nais', un acto en el que las devotas llevan flores a la Virgen en representación de sus hijos. 'Se trata de un encuentro entre las madres y la Madre del cielo, en el que afloran todos los sentimientos y sacrificios que se hacen por los hijos', explicó César González, uno de los copárrocos de Fátima.
Desde más de una hora antes del inicio de la misa (a las 16.00 horas) comenzaron a llegar madres con sus flores: las blancas por los niños, las rosas por las niñas y las rojas en recuerdo de los hijos muertos. Pero ya durante toda la novena se han ido recogiendo estas ofrendas con las que se elaborará el manto y la carroza de la Virgen para la multitudinaria procesión nocturna de hoy. Pilar Rial -aunque todos la conocen por Pilocha- lleva 40 años participando en su confección. 'Las rosas acompañan a la Virgen, los clavel y gladiolos van en el manto', aclara.
El obispo Leonardo Lemos presidió su primera 'Ofrenda das Nais', mientras las mujeres, emocionadas, alzaban sus ramos en señal de devoción. Algunas de ellas ya habían acudido hace ya medio siglo, ya que en esta ocasión el acto cumplió, al igual que el templo, su medio siglo.
El obispo Leonardo Lemos presidió su primera 'Ofrenda das Nais', mientras las mujeres, emocionadas, alzaban sus ramos en señal de devoción. Algunas de ellas ya habían acudido hace ya medio siglo, ya que en esta ocasión el acto cumplió, al igual que el templo, su medio siglo.
