El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, certificó ayer la ruptura de colaboración institucional con el Concello de Ourense ante el problema de ingobernabilidad, señalando que en la ciudad no hay gobierno sino "un alcalde con un único concejal que lo apoya".
Feijóo anunció que retomará "la negociación y el diálogo" cuando finalice la "profunda crisis" del gobierno local. Este pasado fin de semana, trascendió que el líder autonómico envió cartas a todos los alcaldes de las urbes gallegas, salvo a Jácome, para ofrecer su colaboración en la lucha contra la pandemia.
Feijóo subrayó ayer que "lógicamente" la Xunta "retomará la negociación y el diálogo" cuando remate la "profunda crisis" en el Concello, que "tienen un alcalde y un concejal que le apoya, pero una ciudad es mucho más que su alcalde". En este sentido, recordó sus orígenes ourensanos y ratificó que "mi compromiso con Ourense sigue intacto".
Por su parte, el vicepresidente Alfonso Rueda afeó la "inestabilidade e a parálise" causada por Jácome, pero recordó que estará incluido en la ronda de reuniones con los alcaldes que iniciará Feijóo en las próximas semanas, si no dimite, aunque "é moi difícil estar na cabeza de ninguén e moito menos na do alcalde de Ourense".
Desde el grupo municipal del PP de Ourense, censuraron el "victimismo" de Jácome tras sus críticas a Feijóo, de quien defendieron sus compromisos con Ourense, y lo acusan de "inventar polémicas". El coordinador, Jesús Vázquez, considera "unha manobra de distracción" las palabras del regidor, que dice plantearse pedir el "amparo" del Gobierno y la UE, para "evitar aclarar" las "graves acusacións" efectuadas por sus ediles. A raíz de eso, insistió en que es "urxente e perentorio" que lo aclare, y lamenta que prefiera "botar bombas de palenque" para "desviar a atención".
Tanto BNG como PSOE mostraron su contrariedad por las palabras de Feijóo, que consideran un "desprezo" a Ourense.
