O Puzo do Lago, en el municipio de Maside, se convirtió una vez más en lugar de referencia para los amantes de los caballos. La Festa do Cabalo cumplía ayer 26 años de cita obligada para numerosos jinetes procedentes de distintos lugares de Galicia, Portugal y Asturias. La organización apuntó la presencia de aproximadamente 400 ejemplares y una afluencia de público superior a la pasada edición en que había decaído ligeramente la expectación sobre la fiesta, que se recuperó este año.
Las carreras de velocidad volvieron a ser las pruebas que contaron con más seguidores por su vistosidad y también por la tensión que generan entre los aficionados las competiciones en las distintas categorías. Fue precisamente al finalizar una de estas pruebas cuando un joven jinete sufrió una caída y tuvo que ser trasladado en ambulancia para recibir asistencia médica.
El concejal de Maside y presidente de la Asociación Amigos do Cabalo, Lano Botana, declaraba que 'ó haber unha alta participación é difícil evitar algún accidente, aínda que poñemos tódolos medios para que non ocurran, pero incluso algún ano foi necesario sacrificar algún cabalo polas fracturas que tiña'. Antes de las 10,00 horas se iniciaba la concentración de los equinos y sus respectivos jinetes en las instalaciones habilitadas hace 26 años para la celebración de este evento. Estaba programada una marcha técnica con un recorrido de aproximadamente 15 kilómetros que ofrecía a los participantes la ventaja de un descuento en la comida.
Las pruebas de andadura fueron las primeras que se realizaron a partir del mediodía y que continuaban a primeras horas de la tarde después del 'xantar popular', desarrollándose el programa según lo previsto, incluyendo una curiosa carrera de burros y también la prueba de relevos, una competición en equipo que se añadió por primera vez a las ya tradicionales en esta fiesta. Al finalizar, se sorteó una potra española entre los asistentes y se entregaron los premios.
El concejal de Maside y presidente de la Asociación Amigos do Cabalo, Lano Botana, declaraba que 'ó haber unha alta participación é difícil evitar algún accidente, aínda que poñemos tódolos medios para que non ocurran, pero incluso algún ano foi necesario sacrificar algún cabalo polas fracturas que tiña'. Antes de las 10,00 horas se iniciaba la concentración de los equinos y sus respectivos jinetes en las instalaciones habilitadas hace 26 años para la celebración de este evento. Estaba programada una marcha técnica con un recorrido de aproximadamente 15 kilómetros que ofrecía a los participantes la ventaja de un descuento en la comida.
Las pruebas de andadura fueron las primeras que se realizaron a partir del mediodía y que continuaban a primeras horas de la tarde después del 'xantar popular', desarrollándose el programa según lo previsto, incluyendo una curiosa carrera de burros y también la prueba de relevos, una competición en equipo que se añadió por primera vez a las ya tradicionales en esta fiesta. Al finalizar, se sorteó una potra española entre los asistentes y se entregaron los premios.
