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Ourense vive su primer verano desde 2014 sin alcanzar picos de 40 grados

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photo_camera Tormenta caída este verano, el pasado 13 de julio, a la altura del Puente Novísimo. (JOSÉ PAZ)

Desde que arrancó la estación el pasado 22 de junio, no se registró ninguna jornada por encima de los 40 grados en la provincia

Ourense dice adiós a un verano atípico. Pese a que las estadísticas muestran que se vivieron temperaturas acordes a la media, la ausencia de picos extremos de calor ha sido una de las grandes novedades. Desde que arrancó la estación el pasado 22 de junio, no se registró ninguna jornada por encima de los 40 grados en la provincia. Es algo que no sucedía desde 2014. 

El sector hostelero mira las estadísticas con optimismo. Las estimaciones de la Federación Provincial de Hostelería apuntan a una mejora de entre el 2 y el 3% respecto al año pasado, lo que demuestra que la ausencia de temperaturas extremas beneficia a la provincia. 

Salvo julio, todos los meses fueron más fríos que el año pasado, entre dos y tres grados menos. La media de las temperaturas máximas, por su parte, se situó en 29,13 grados.

Una de las grandes diferencias respecto al estío pasado fue la escasez de lluvia, pese a las tormentas que cayeron, especialmente en junio. En 2018 se registraron 160 litros por metro cuadrado, y ahora, 116 . Los dos extremos se vivieron en la Ribeira Sacra (un 43% menos de lluvia de lo habitual) y en la Baixa Limia (hasta un 134% más). En cifras totales, la comarca de Celanova fue la más seca de todas.  

Según Meteogalicia, el verano fue "algo frío", pero con una anomalía escasa respecto al promedio. Junio fue el menos caluroso en 22 años, mientras que los otros tres meses se acercaron a la normalidad, con julio mejor que agosto, "que foi normal pese a que se viviu como desapracible". En toda la ribera del Miño, julio fue "moi cálido"; mientras que agosto fue frío en el interior de la provincia, alrededor del Macizo Central. 

Las temperaturas medias más altas se dieron en la ribera del Miño y Valdeorras, más de 20 grados;  las más gélidas tuvieron lugar en la alta montaña, donde no pasaron de 13.  

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