El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF)--dependiente del ministerio de fomento-informó de que han quedado concluidas las obras de construcción del tablero del viaducto de O Eixo, un elemento singular que forma parte del subtramo Boqueixón-Santiago del trazado de alta velocidad que conectará Ourense y Santiago, dentro del corredor Norte-Noroeste.
Según informó Adif, el viaducto, de 1.224 metros de longitud, salva el valle de Aríns con 25 pilas que soportan la estructura con una altura de entre 8,5 metros y 82 metros en el punto central, y está actualmente sólo pendiente de algunos remates.
Por su parte, el tablero superior es una viga continua con un grosor de 4,5 metros en los puntos de apoyo y tres metros en el centro del vano y ha sido construida vano a vano, esto es, en un total de 25 fases.
Entre las peculiaridades de esta obra, subrayó Adif, está la construcción del arco ojival central mediante un proceso de abatimiento de dos semiarcos que se construyeron casi en paralelo a las pilas para posteriormente adoptar la posición final del arco.
Así, este complicado y preciso sistema constructivo obligó a tener en cuenta las condiciones meteorológicas, como por ejemplo que el viento no fuese superior a 40 kilómetros por hora y existiese buena visibilidad.
La elección de este sistema constructivo, similar al utilizado en el viaducto de Arroyo del Valle (Soto del Real, Madrid), responde, según Adif, a la necesidad de minimizar el posible impacto sobre el ecosistema de la infraestructura, evitando daños sobre la vegetación de la superficie interior.
El subtramo Boqueixón-Santiago de Alta Velocidad tiene una longitud total de 5,84 kilómetros y cuenta con un presupuesto para las obras de la plataforma de 58,5 millones de euros e incluye, además de este viaducto, las obras de los túneles de Marrozos y Santiago.
Por su parte, el tablero superior es una viga continua con un grosor de 4,5 metros en los puntos de apoyo y tres metros en el centro del vano y ha sido construida vano a vano, esto es, en un total de 25 fases.
Entre las peculiaridades de esta obra, subrayó Adif, está la construcción del arco ojival central mediante un proceso de abatimiento de dos semiarcos que se construyeron casi en paralelo a las pilas para posteriormente adoptar la posición final del arco.
Así, este complicado y preciso sistema constructivo obligó a tener en cuenta las condiciones meteorológicas, como por ejemplo que el viento no fuese superior a 40 kilómetros por hora y existiese buena visibilidad.
La elección de este sistema constructivo, similar al utilizado en el viaducto de Arroyo del Valle (Soto del Real, Madrid), responde, según Adif, a la necesidad de minimizar el posible impacto sobre el ecosistema de la infraestructura, evitando daños sobre la vegetación de la superficie interior.
El subtramo Boqueixón-Santiago de Alta Velocidad tiene una longitud total de 5,84 kilómetros y cuenta con un presupuesto para las obras de la plataforma de 58,5 millones de euros e incluye, además de este viaducto, las obras de los túneles de Marrozos y Santiago.
