La actriz presentó su autobiografía "Aprobé en septiembre" y realizó un breve recorrido por su vida profesional y personal.
"Hoy presento mi vida, mi propia historia, así que se trata de una gira personal, nada que ver con las de teatro o de promoción de películas, y al hacerlo aquí, por lo unida que me siento a Galicia, le añade un punto de emoción". Así inició la actriz Fiorella Faltoyano la presentación de su autobiografía "Aprobé en septiembre", en el Liceo, dentro del Foro La Región.
Presentada por Manuel Rodríguez, del Cineclub Padre Feijoo, quien ejerció de entrevistador para que la actriz desgranara algunas partes del libro, Fiorella Faltoyano dejó claro que "ya no tengo ninguna asignatura pendiente después de este libro, así que no me lo pregunten más", haciendo alusión a la película que la incorporaría a la historia del cine español, "Asignatura pendiente", de José Luis Garci.
Resaltó que "mi propia historia es casi como una novela" y repasó brevemente sus inicios como actriz, "quise serlo como una necesidad de ser otra, porque no me gustaba ni lo que era ni lo que me rodeaba" y tuvo especial recuerdo para sus inicios en la escuela de teatro de Angeles Rubio y sus compañeros, "en mi vida he tenido la suerte de encontrar a gente que fueron como muletas para mí, y Angeles fue una de ellas".
Habló de su trabajo en la televisión. "Era la única que había y a la gente le gustaba. Los Estudio 1, el programa musical de 'Señores y Señoras'... Algún mérito tendríamos porque a la gente le gustaba mucho, es cierto que tampoco habían descubierto aún el 'Sálvame Deluxe". Tuvo palabras especiales para Pilar Miró, "que fue mi amiga durante 25 años y fue la primera persona a la que le conté la historia de mi vida, que tenía en secreto porque me daba vergüenza". Y capítulo aparte para "Asignatura pendiente". "Garcí me dio la entrada al cine, por eso el título del libro es un guiño a la película, me dio la oportunidad de convertirme en alguien muy importante".
Referente a su historia más personal, Fiorella Faltoyano emplazó a los asistentes a leerla en el libro, pero destacó que "está todo lo que me importó, y en el epílogo me di cuenta de que aparte de contar mi historia, el libro era una manera de poder seguir conectada a gente que ya no está".
Se desmarcó de la etiqueta de "musa de la transición" y abordó los años del destape y de su imagen como mujer liberada e independiente. Sobre la relación con su madre solo señaló que "no fue la mejor del mundo". Y dejó claro que "espero que la gente que lea el libro pueda conocer a la persona que fui delante y detrás de la cámara". n
