Oficiará al Seprona para que identifique los basureros cuya combustión pudiera contaminar
La campaña de incendios del verano está ya en las cocinas. Pero no solo en los hornos de la administración autonómica, responsable del operativo dedicado a la extinción, sino también en los de la Fiscalía de Medio Ambiente y Urbanismo. Esta instancia judicial actúa desde dos frentes: el punitivo, para que los autores de los fuegos sean castigados penalmente, pero también el preventivo en colaboración con las fuerzas de seguridad.
La temporada estival se prevé complicada. Las altas temperaturas que han acompañado toda la primavera unido a la escasez de lluvia anticipan unos meses especialmente complicados. La Fiscalía de Medio Ambiente de Ourense, consciente de este problema y siguiendo las instrucciones de la Fiscalía General del Estado, tal como asegura su responsable, Carmen Eiró, oficiará al Seprona de la Guardia Civil y a los agentes forestales para que identifiquen y comuniquen la presencia de depósitos o vertederos ilegales, independientemente de que no estén próximos a las masas forestales, que por la naturaleza de sus residuos sean susceptibles de provocar una grave afección ambiental en caso de incendio. El pasado año ya se hizo este trabajo, pero no se detectaron puntos de riesgo.
Asimismo, este año se pondrá el foco sobre los incendios forestales provocados por el lanzamientos de cohetes o en espectáculos pirotécnicos en las muchas fiestas que se suceden por toda la geografía ourensana. La fiscalía estará especialmente atenta para comprobar si se han extremado las precauciones en los supuestos en los que se puedan ver zonas forestales afectadas y si se ha contado con las autorizaciones pertinentes o respetado las prohibiciones establecidas para en caso contrario perseguir penalmente los hechos. No obstante, recuerdan desde la Xunta que en días de máximo riesgo por altas temperaturas ya está prohibido lanzar fuegos de artificio.
Desde el punto de vista de la instrucción judicial, siguiendo las recomendaciones del fiscal de sala de Medio Ambiente, Antonio Vercher, se valorará la pérdida ambiental que se producen en los incendios. Es decir, no sólo se pedirá el resarcimiento económico por lo bienes afectados o el coste de los servicios de extinción sino también los daños a los valores medioambientales del terreno afectado. Esto daños, según explica la fiscalía, son absolutamente independientes de cualquier reclamación o no de los propietarios privados de estos terrenos por el perjuicio económico sufrido.
Medio centenar de fuegos judicializados el pasado año
Los juzgados ourensanos incoaron el pasado año 52 procedimientos judiciales por incendios forestales repartidos en distintos meses. La provincia de Ourense se ve especialmente afectada en verano, sobre todo la parte suroeste. La fiscal de medio ambiente lo atribuye, sobre todo, a la sequía y a la baja productividad del monte.
Según su experiencia, el número de incendios forestales está vinculado a factores socieconómicos y naturales que consiguen desbordar a los dispositivos de extinción.
La selvatización del rural ourensano no es baladí en el fenómeno incendiario: el abandono de cultivos agrícolas y forrajeros va acompañado de la aparición de grandes superficies de matorral altamente combustibles, a veces al lado de núcleos de población. En la falta del cuidado del monte, según la fiscal, también influye el envejecimientos de los propietarios, quienes no encuentran relevo generacional.
Otros factores son: la incidencia de la ganadería extensiva sin tierra, la búsqueda de espacio para practicar la caza, el matorral mezclado con residuos urbanos en las afueras de ciudades y villas o las negligencias derivadas del fuego como herramientas de trabajo.
