ENTREVISTA

Francisco Dacoba: “España y su ejército siempre están dispuestos a dar un paso al frente"

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photo_camera Francisco Dacoba Cerviño.

Al frente de los militares españoles en Letonia está un general ourensano, Francisco Dacoba Cerviño.

La Brigada Extremadura ya está en Letonia. Forma parte de un contingente multinacional formado por miles de soldados, liderado por Canadá y que componen también Italia, Eslovenia, Lituania y España. Al frente de los militares españoles, un general ourensano, Francisco Dacoba Cerviño.

¿En qué consiste la misión?

Esta misión nace de los acontecimientos que tuvieron lugar en la primavera del 2014 en Ucrania, que terminaron con la anexión de Crimea por parte de Rusia. Eso trajo consigo que los países más próximos a Rusia; Estonia, Lituania y Letonia, además de Polonia, se dirigieron a los miembros de la OTAN reclamándoles una mayor presencia allí. Estamos hablando de países pequeños con ejércitos pequeños. Ya el año pasado los jefes de Gobierno de los países de la Alianza aprobaron lo que se llamó un reforzamiento de la presencia avanzada.

Y ahí entra en escena España...

Sí, con un contingente que se integra en Letonia en un batallón multinacional de varios miles de hombres liderado por Canadá. Nosotros aportamos un contingente acorazado y mecanizado. Es la primera vez. Hablamos de seis carros de combate Leopardo y catorce vehículos de combate de infantería Pizarro de última generación. Es una misión importante, se trata de lanzar el mensaje de que la OTAN va a estar siempre ahí. 

Me dice que la misión la lidera Canadá, ¿cuál es el papel de España? 

España, como aliado leal que es, tiene que estar en pie de igualdad con los países más importantes de la Alianza. Es por ello que manda un contingente puntero. Nuestro Ejército aporta los medios más modernos y resolutivos. 

Estamos hablando de una enorme responsabilidad...

Desde luego, coparticipar, tener corresponsabilidad en la defensa común de la Alianza. Estamos viviendo tiempos difíciles, con mucha internacionalización. España siempre está dispuesta para dar un paso al frente, eso es una magnífica señal. 

Tiene usted al mando la Brigada Extremadura...

Tenemos la base principal en Badajoz con unos 3.200 hombres y una más en San Sebastián con entre 400 y 500. Nuestra labor es aportar un contingente para la misión que se nos requiera. Prepararlo, formarlo y proyectarlo.

Ahora toca Letonia, pero antes ha habido otras...

Las dos misiones anteriores fueron en Irak, donde aportamos 300 hombres, y Mali, 150. Como verá son dos países bien diferentes. Pero la misión que tenemos encomendada es parecida, tenemos que aportar formación y adiestramiento. La próxima será en Líbano, en el mes de noviembre de este mismo año. Y ésta va a ser muy importante porque un general español se hará cargo del sector entre Líbano e Israel, una brigada internacional compuesta por 4.000 soldados de diez países diferentes, algo que es muy relevante y que implica una enorme responsabilidad. Ha habido otras muchas misiones en países como República Centroafricana, Somalia o Afganistán. 

¿Es buena la salud del Ejército español?

Excelente, tenga en cuenta que llevamos más de 20 años con misiones en el exterior, algo que nos hace sentirnos muy orgullosos. En el Ejército español acabamos de finalizar una reorganización interna, con una brigada como unidad de referencia a la que se ha incrementado su potencialidad. El reto es sobre todo en términos de preparación, y esta de Letonia es un buen ejemplo. Los seis meses previos los tienes que dedicar a estudiar las características de la escena, la cultura del país en cuestión, la religión, el contenido técnico de la misión. Nosotros, en el Ejército de Tierra, hacemos operaciones denominadas con pie en el suelo, esto es, en medio de la gente, de la población civil. Esto te obliga también a conocer el idioma, pero no puede faltarte ni la sangre fría ni el saber estar.

¿Qué opinión se tiene de nuestro Ejército fuera de España?

Está muy bien considerado, muy bien valorado. Es el nuestro un Ejército que empatiza muy bien con la población local.

Es inevitable hablar del terrorismo yihadista...

Supone la mayor amenaza para la sociedad occidental, no hace falta decir mucho más. Lo acabamos de vivir en el Reino Unido, en Manchester y en Londres. Es una amenaza a nuestra forma de ser, de vivir, de defender unos valores, la libertad, la igualdad, los derechos humanos. El yihadismo atenta contra la convivencia. 

Son muy recientes unas imágenes de un partido de fútbol en las que los australianos guardaban abrazados un minuto de silencio por las víctimas en el último atentado en Inglaterra pero su rival, Arabia Saudí, no. ¿Qué le pareció?

Lo vi, es difícil de entender. Tendrán sus razones, pero es verdad que son unas imágenes chocantes. No olvidemos que el 90% de las víctimas del terrorismo yihadista son musulmanas, en Kabul, en Bagdad.

¿Cómo se derrota al terrorismo yihadista?

Sólo de una forma multidisciplinar, teniendo presente que ni va a ser fácil ni pronto. Sólo con la acción militar, o la política, o la diplomática no será posible. Tiene que ser algo inteligente pero también paciente, derrotar su argumentario ideológico, cortar sus fuentes de financiación. 

¿Qué es lo primero que le viene a la cabeza al escuchar la palabra militar? 

Infancia, sin ninguna duda. Cuando era pequeño y estudiaba en Maristas siempre tuve claro que quería ser militar, pese a que no tenía ningún antecedente en la familia. Lo conseguí. Y estoy encantado de mi elección, la verdad. Ya lo decía Calderón de la Barca, "el Ejército es la religión de los hombres honrados". Es algo muy gratificante, aquí conjugas valores muy importantes.

¿De niño se imaginaba llegando a ser general?

 No, llegar a general claro que no me lo esperaba. Cuando eres pequeño tienes del Ejército una idea romántica y aventurera. Luego, cada etapa te abre la siguiente. Ya estoy en la última fase, me la tomo con alegría porque es la que me permitirá volver a casa, a Ourense. Me fui con 17 años. Cuando miro para atrás veo que es más largo el camino recorrido que el que me queda por recorrer. 

¿Cómo imagina ese camino que le queda por recorrer ya en Ourense?

Uf, son muchas las opciones para seguir trabajando, la enseñanza, el voluntariado... No, no me voy a limitar a hacer la compra. 

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