Entrevista

Francisco José Prieto: " La mayor pobreza que sufren hoy nuestros mayores es la soledad"

"Esta vida es cine y construimos día a día su argumento, que no son palabras frías: lo componen las personas"

El sacerdote ourensano Francisco José Prieto ya está más tranquilo. Pero no le importa reconocer que se estremeció y se quedó mudo cuando recibió la llamada del nuncio para revelarle que será ordenado obispo auxiliar de la Archidiócesis de Santiago de Compostela. Y ayer, tras anunciar la noticia al mundo, no daba abasto para responder a todos los mensajes de felicitación de compañeros y amigos. Emprenderá Prieto un camino inverso al del obispo de Ourense, Lemos Montanet, quien tomó posesión en 2012 tras su llegada desde la Archidiócesis de Santiago. 

Poco a poco, el futuro obispo intenta despegarse de esta provincia, a la que llama tierra hermosa. Vive ahora una mudanza material y espiritual hacia mayores responsabilidades. Pero lo tiene claro: "A terra da chispa non se olvida".

En sus inicios como vicario parroquial, ¿se imaginó alguna vez que llegaría a desempeñar un cargo como éste?

Estas cosas no se imaginan. Sí, alguna gente buena me decía "vas para obispo", pero son expresiones que se dicen por cariño. 

¿Qué recuerdos le vienen a la mente de este largo viaje, desde sus comienzos como sacerdote en 1993?

Las experiencias parroquiales por pueblos hermosos como A Gudiña, Cea, Carballeda y tantos otros, donde acudes años después y se te esponja el corazón al descubrir que aún se acuerdan de ti. Y la parroquia de San Pío X en Mariñamansa, a la que llevo sirviendo desde hace 10 años ya. Haces una lectura de la vida rápida, cinematográfica (a mí me gusta mucho el cine) y aparecen de repente rostros, momentos, circunstancias. Descubres que esta vida es cine y construimos su argumento día a día. Un argumento que no son palabras frías: lo componen las personas. 

¿Y qué películas le han marcado a lo largo de su vida?

Yo crecí conociendo junto a mi padre el cine clásico, en blanco y negro. Y soy de lágrima fácil, de los que si hay que llorar se llora. Como amo el cine, amo Cinema Paradiso y aquellos besos hermosos que transmitían cariño y ternura. Hay grandes clásicos de los que estoy enamorado. Si llego a casa y echan Casablanca, ya no me levanto del sofá. Hay momentos, hay frases que son cumbres de este arte, como "A Dios pongo por testigo que jamás volveré a pasar hambre". Organizaba un ciclo llamado Cine y Vida porque creo que es un relato de la vida misma del hombre: es decir, de su violencia y también de todo lo que siente y ama.

Usted es un estudioso de los textos escritos por los primeros cristianos.

Y descubres que el corazón humano sigue latiendo con las mismas preocupaciones. Aunque es verdad que la distancia en el tiempo requiere situarse en cada contexto, existe un algo permanente en la Humanidad que lo reconoces en el siglo I, el VI y el XXI. Las mismas miserias y las mismas grandezas. 

En un momento de crisis como éste cobran especial importancia los valores morales. ¿Qué enseñanzas puede aportar la moral cristiana?

Que no debemos aplastarnos por el momento que vivimos. Mucha gente lo está pasando mal, se han triplicado las personas atendidas por el comedor social de Cáritas, pero que nadie nos arrebate la esperanza. La gran lección es que de esto o salimos todos juntos o no salimos. Debemos seguir plantando la semilla de la solidaridad.

¿Preocupa la cancelación de la Semana Santa?

En ciudades emblemáticas ya se ha suspendido la procesiones, pero puede que las celebraciones sí sean posibles. El año pasado no fue así, debido al confinamiento, pero ojalá la pandemia evolucione favorablemente.

El covid puso de relieve la labor de los misioneros, quienes llevan décadas luchando en silencio contra las epidemias, en países fuera del foco mediático.

No cabe duda. Y Ourense es una ciudad con gran tradición misionera. Para ellos, la realidad de las epidemias es algo cotidiano, ante la escasez de recursos y medidas sanitarias en tantos países. Y, como defiende el papa, la vacuna tiene que ser solidaria y llegar a todos. La excusa de decir que están acostumbrados no sirve, al contrario, es una llamada de atención para nosotros. 

Desde fuera, parece que el papa Francisco ha renovado la institución que preside. ¿Cómo lo ve desde dentro? 

Lo digo a cada momento. Es el papa que necesitamos ahora, para ser una Iglesia que sabe acompañar, de rostro amable, samaritano y acogedor. Debemos aprender a escuchar a las personas, porque a veces respondemos preguntas que nadie nos hace, y entonces es imposible saber qué inquieta a sus corazones y establecer un diálogo.

Usted siempre se ha preocupado por una de las principales problemáticas para Ourense y Galicia entera, la despoblación.

Y se está comprobando que la mayor pobreza que sufren hoy nuestros mayores no es la económica, sino la soledad, con aldeas de cada vez menos vecinos. Tenemos que preocuparnos por ellos.

¿Qué lugar debe ocupar la Iglesia en el mundo actual?

Vivimos en una sociedad que debería ser un espacio de libertad y tolerancia, y esto no se trata solamente de palabras solemnes, requiere de ejercicio y mucho compromiso. A todos los hombres y mujeres de buena voluntad, creyentes y no creyentes, cristianos o no, los llamo a colaborar para que este espacio común, al que podemos llamar Humanidad, esta plaza en la que todos estamos, y ahora mismo pienso en la plaza del Obradoiro, una de las grandiosas plazas de este mundo donde convergen los caminos y todos nos podemos encontrar, en el sentido vital, público y social, a todos los invito a arrimar el hombro para construir algo grande juntos, buscando siempre el respeto, tan necesario, donde la diferencia no debe asustarnos sino enriquecernos. Y la Iglesia tiene que estar presente, no para que sea la voz prioritaria sino para que se escuche como una más.  Y espero que esta voz venga acompañada del gesto y se acerque al corazón del hombre para curarlo y sanarlo. 


Las frases

  • "Algunas personas buenas me decían que iba para obispo, pero son cosas que se dicen por cariño. Nunca lo imaginé".
  •  "Si llego a casa y ponen Casablanca, ya no me levanto del sofá".
  •  "A lo largo de toda la historia de la Humanidad, se repiten las mismas miserias y las mismas grandezas".
  • "Como defiende el papa Fransciso, la vacuna tiene que ser solidaria y llegar a todos".
  •  "Espero que la Iglesia se acerque a los corazones para sanarlos".

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