Freno al nuevo servicio en el CHUO de Medicina Nuclear

En un momento en la que la escalada de precios está complicando la actividad del sector de la construcción, una nueva obra pública licitada en la provincia se ve salpicada por este fenómeno. El Servizo Galego de Saúde se ha visto obligado a declarar desierto el concurso licitado a principios de marzo para la implantación del nuevo servicio de Medicina Nuclear en el Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO), para la que había reservados 2,2 millones de euros. Fuentes de la gerencia del área sanitaria ourensana lamentaban el fallido procedimiento, que no es el primero al que tienen que hacer frente en las últimas semanas y aseguran que el contrato se volverá a licitar próximamente, conforme marcan los plazos de la legislación. Este contratiempo supondrá un freno en la hoja de ruta de la Xunta para potenciar el servicio de Medicina Nuclear, ahora en la planta 0 del Santa María Nai, “un espacio físico no acorde con el número de usuarios y tratamientos que se realizan, lo que afecta a la calidad asistencial”, recoge la memoria del proyecto. El objetivo de la obra truncada por la falta de ofertas era ubicar esta área asistencial en la planta -1 del hospital Materno-Infantil, lo que permitirá mejorar las instalaciones -con cuatro áreas diferenciadas- e incorporar alta tecnología como: la renovación de las dos nuevas gammacámaras existentes o instalar un equipo PET-TC. Además de la inversión en la obra, el Gobierno gallego había anunciado más de tres millones para equipamiento de última tecnología. Mientras el proyecto de Medicina Nuclear sufrirá retrasos, sí se está trabajando ya sobre el terreno para la nueva ampliación del CHUO, con un edificio entre el de hospitalización y el Materno. Desde la gerencia explican que, en estos momentos, se están con los preparativos previos a la obra en sí. La inflación golpea la obra pública ourensana y retrasa proyectos clave El abortado concurso para adjudicar las obras de implantación de la unidad de Medicina Nuclear en el CHUO no es la única mala noticia que ha recibido la provincia en materia de obra pública coincidiendo con la escalada de precios en los materiales de la construcción. Otro de los proyectos afectados es el futuro Centro de Atención a Personas con Diversidad Funcional (CAPD) mayores de 21 años, cuya construcción en Barrocás se detuvo el pasado mes de septiembre al exigir la empresa un incremento del presupuesto. Las negociaciones no llegaron a buen puerto y la Xunta activó la rescisión del contrato y anunció que tendrán que encargarse de nuevo las obras subiendo un 30% la inversión. También se ha visto golpeado el proyecto de parque acuático en Monterrei, lo que hace inviable que su primera fase pueda estar en funcionamiento el próximo verano, tal y como había manifestado el Gobierno gallego en la presentación de la actuación, que cofinancia la Diputación. Asimismo, inversiones que no se han parado por completo sí han sufrido retrasos por la coyuntura actual, como por ejemplo la reforma de la Plaza de Abastos número 1 de Ourense, cuyo final se retrasó a junio.