Las llamas, que arrasaron al menos 900 hectáreas, cercaron varios pueblos y a medianoche seguían descontroladas

El fuego arrasa y siembra el miedo por Cualedro, Monterrei y Oimbra

Un muro de fuego se levanta ante coche de la Guardia Civil que corta al paso en esta carretera de la parroquia de Lucenza, en Cualedro. (Foto: FOTOS: MIGUEL ÁNGEL)
El concello de Cualedro vivió ayer una jornada de miedo y fuego en el peor incendio que se registró en la provincia de Ourense y probablemente en Galicia en lo que llevamos de año.
Un fuego que se iniciaba poco antes de la una del mediodía acabaría arrasando más de 900 hectáreas al entrar la noche, cuando ya los efectivos aéreos habían tenido que retirarse y las brigadas forestales, apoyadas por bomberos y efectivos de la UME intentaban salvar las casas de numerosas localidades -hasta siete núcleos habitados llegaron a estar amenazados- ante un fuego que estaba descontrolado y que se extendía por los municipios de Monterrei y Oimbra. Al finalizar el día, al primer incendio, que se había iniciado en la parroquia deVilela (Cualedro), se unieron otros dos focos, según informaba la Xunta, uno en la misma parroquia de Vilela y el otro en la parroquia de A Xironda. Con los tres de ayer, son ya once los incendios registrados en este municipio durante la semana pasada.

A las 17,30 horas, el fuego iniciado en A Xironda se acercaba peligrosamente a la localidad de Sandín, ya en el municipio de Monterrei, lo que llevó a la Xunta de declarar el nivel 1 para proteger las viviendas. En la zona trabajaron 2 técnicos, 3 agentes forestales, diez brigadas, 2 motobombas, 3 palas, 7 helicópteros y diez aviones y 75 miembros de la Unidad Militar de Emergencias (UME). Lograron salvar las casas de esta localidad, pero el incendio se dividió en dos frentes y avivado por el fuerte viento que reinó durante toda la jornada, continuó arrasando la comarca.


DESALOJO EN MEDEIROS

Otra localidad que estuvo cercada por el fuego fue Medeiros, donde fueron desalojados vecinos, pero finalmente los efectivos antiincendios consiguieron impedir que las llamas alcanzaran las casas. 'La gente pasó mucho miedo', comentaba la propietaria de un bar de la localidad, que a primero hora de la noche comentaba como las llamas se habían alejado ya del pueblo.

El alcalde de Monterrei, José Luis Suárez, señalaba a las diez de la noche que 'la situación está peligrosa. Sopla mucho viento y es imposible controlar el fuego'. Reconoció que las situaciones más complicadas se vivieron hasta ese momento en las localidades de Sandín y Medeiros y añadía que los daños hasta ese momento habían sido muy cuantiosos, aunque se habían salvado las casas y granjas que estuvieron amenazadas. 'El fuego llegó hasta el grupo escolar de Medeiros, la casa de la cultura y se acercó a muchas granjas, pero afortunadamente hasta ahora se salvaron todas. Lo que sí quedó arrasado fueron centenares de hectáreas de monte, cientos de castaños y muchas viñas. Está haciendo mucho daño y la situación continúa muy peligrosa por culpa del viento', afirmaba el alcalde.

A las 21,35 horas, la Xunta volvía a declarar el nivel 1, esta vez porque el fuego estaba cercando la localidad de San Millao y los efectivos antiincendios se volcaban contra las llamas para evitar que alcanzara las casas.

Algo muy similar ocurría poco tiempo después en la localidad de San Martiño, donde se volcaban los esfuerzos para impedir que las llamas entraran en el pueblo, con las brigadas antiincendios, bomberos y los efectivos de la UME.

Ya cerca de la medianoche el fuego, impulsado por el viento, continuaba descontrolado y se temía que pudiera alcanzar a nuevas poblaciones en el frente de siete kilómetros que llegó a alcanzar.

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