Los padres de lo tres menores inculpados deberán hacer frente a ese gasto si son condenados

El fuego en un colegio de Cea causó daños por 300.000 euros

Estado en el que quedó el interior del colegio de Cea tras el fuego que se declaró en su interior.  (Foto: MIGUEL ÁNGEL)
El Juzgado de Menores de Ourense acogió ayer la segunda sesión de la vista oral en la que comparecieron los tres jóvenes (15, 16 y 17 años) que, presuntamente, participaron en la quema del colegio público Virxe da Saleta (Cea) tras ocasionar un fuego, que ocurrió entre el 28 y el 29 de agosto de 2010 y que causó 300.000 euros de daños, según fuentes de la Fiscalía.
A lo largo de la vista oral, que terminó ayer con la prueba pericial y las conclusiones definitivas y se celebró a puerta cerrada para preservar su intimidad, dos de los tres jóvenes habrían reconocido su implicación en el incidente, llegando a sostener que querían hacerse con los exámenes del mes de septiembre, mientras que el último se habría desvinculado totalmente de los hechos. Con todo, se llegaron a inculpar mutuamente unos a otros del incidente durante su comparecencia.

El ministerio público solicita para ellos penas de internamiento y libertad vigilada de, al menos, 15 meses de duración, en función del grado de implicación que tuviesen en el suceso. Asimismo, los menores se enfrentan a una elevada indemnización, debido a los numerosos desperfectos causados en el centro educativo. En este sentido, según fuentes de la Fiscalía, de acordarlo así finalmente el juez, los padres (por ser ellos menores) tendrían que hacer frente a los citados 300.000 euros en concepto de responsabilidad civil por los destrozos causados.

Uno de los menores, según ha trascendido, se habría apoderado de un coche que estaba estacionado (con las llaves en el contacto) en los alrededores de un bar de Cotelas (Piñor de Cea). Tras hacerse con este, habría avisado a los otros dos compañeros para acercarse hasta el centro educativo, procediendo a desactivar la alarma para continuar con su ataque al colegio horas después. Al día siguiente, se trasladaron nuevamente al colegio Virxe da Saleta, aunque acompañados de dos mayores, de 18 y 19 años.

Amontonaron papeles en la sala de estudios y, posteriormente, le prendieron fuego, tras apoderarse de tres equipos informáticos. Ocasionaron un fuego que se propagó con rapidez por las dependencias del centro educativo y que destruyó las instalaciones destinadas a alumnos de Primaria. Por último, tras pasar por el colegio, y después de causar daños en la piscina municipal, hicieron rallye con el coche por una pista de Piñor hasta que se les acabó el combustible.

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