El futuro del documento urbanístico se tiñe de negro, con gobierno local y oposición evidenciando cada vez unas posturas más distanciadas y convirtiendo en una quimera su aprobación definitiva en el actual mandato
El Concello de Ourense parece condenado a guiarse durante mucho tiempo por uno de los planeamientos urbanísticos más antiguos de las capitales de provincia de España. Lejos de acercar posturas en los últimos meses, los grupos políticos de la Corporación evidencian cada día que sus planteamientos no pueden ser más dispares. Buena muestra de esto es el fuego cruzado al que se ha podido asistir durante los dos últimos días, una escalada de tensión que aventura un futuro muy negro para el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) en tramitación.
"Hay tres responsables de que el plan no se apruebe, DO, PSOE y Ourense en Común. El PP es el único que ha mantenido la palabra", destacó ayer el alcalde de la ciudad, Jesús Vázquez, visiblemente molesto tras conocer las críticas manifestadas minutos antes por el portavoz de OUeC, Martiño Xosé Vázquez, que anunció que su formación pedirá en pleno una segunda exposición pública del documento.
Entienden en OUeC que "é diferente ó aprobado inicialmente polas incorporacións do concelleiro de Urbanismo, José Cudeiro, para favorecer intereses con nomes e apelidos", poniendo como ejemplo dos polígonos del presidente de los constructores, Eligio Nieto, o el de la Finca Mariñamansa, "onde crece un 112% o aproveitamento lucrativo". OUeC alertó también sobre "informes a medida" de Cudeiro.
El gobierno local espera, mientras, la compilación de toda la documentación necesaria para que el PXOM esté en disposición de ir al pleno. En esta línea, Jesús Vázquez pidió "respecto" al traballo de los técnicos, incidiendo en la versión que ha mantenido durante todo este tiempo, que el PP tramitó las alegaciones presentadas y que las modificaciones no son importantes para exponerlo de nuevo al público.
"Todos os cambios que se introduciron van apoiados en informes do equipo redactor e polo que teño entendido non son substanciais, polo que non serei eu quen leve a contraria ós técnicos", señaló el regidor ourensano, que afirmó tajantemente que "nós non pedimos informes ad hoc" y cargó contra la oposición: "O que pretenden é paralizar a cidade, xa que un PXOM permitiría crear ducias de empregos. Hai intereses escuros, descoñecemento e boicot".
Parte de esas críticas iban dirigidas a DO, que el miércoles comparecía públicamente para fijar una serie de condiciones para sentarse a negociar, entre las que subrayaban la "eliminación de pelotazos", citando el caso de la plaza de San Antonio, o la aprobación de los presupuestos.
"Dicían que este plan consolidaba a titularidade privada desa praza e está exactamente igual que no 2013, falan sen rigurosidade, con continuas contradiccións", le replicó Jesús Vázquez al portavoz de DO, Gonzalo Pérez Jácome, el cual, pese a todo, parece la única bala que le queda al gobierno municipal para actualizar el PXOM.
Así lo dejó claro una vez más el portavoz del PSOE, José Ángel Vázquez Barquero, que si bien coincidió con el alcalde de la ciudad en que "serán os técnicos os que decidan se os cambios son importantes para que técnicamente haxa que expoñelo", fue contundente al asegurar que "para nós a visión de cidade e política si mudou" desde la aprobación inicial del documento en 2013.
"Dende o punto de vista técnico, ó mellor non hai motivos, pero as modificación son substantivas e non o podemos aprobar. O goberno proxecta unha cidade peor que a que nós plantexamos, houbo un claro cambio de filosofía", añadió Barquero, apoyándose en los cambios en la intermodal y la movilidad.
Cuatro puntos de vista, pocas coincidencias y una conclusión clara: una relación cada vez más tensa y un PXOM con muy mala pinta.
