Ganaderos ourensanos: "Garzón descoñece o rural”

Los ganaderos no se han quedado callados tras las declaraciones del ministro Alberto Garzón en las que llama a reducir el consumo de carne. Media docena de organizaciones del sector han emitido un comunicado conjunto en el que defienden que “son impropias de un ministro, pues no solo trata de estigmatizar un producto sino a todo un sector de actividad”. Mientras que el responsable de Consumo acusó a la industria cárnica de ser el mayor contaminante de la capa de ozono, alegan que “según datos del Ministerio para la Transición Ecológica, la actividad ganadera representa el 7,8% del total de emisiones de gases de efecto invernadero en nuestro país, el transporte el 27%, la industria el 19,9% y el consumo de combustibles el 8,5%”. Y, en cuanto al uso de antibióticos para promover crecimiento de los animales, “está prohibido desde 2006”, aclaran. Emilio González “Milucho”, presidente de la Plaza de la Plaza de Abastos y de la Asociación gallega de la carne, lamenta que “ocupan un despacho pero no se paran a pensar en la cantidad de gente que trabaja en esta industria. ¿Qué tienen pensado hacer con sus trabajadores? Garzón se ríe de la gente que se levanta a las tres de la mañana para trabajar todos los días. Debería ser cesado fulminantemente. Como sigue cobrando igual, no es consciente del calvario que vivieron los ganaderos para vender sus terneros durante la pandemia”. Sonia Vidal, coordinadora europea de la Vía Campesina y miembro del Sindicato Labrego Galego, califica a las declaraciones de Garzón como “inoportunas” y defiende que “en Galicia é maioritaria a produción extensiva, que axuda a fomentar a biodiversidade do chan. Non todas as carnes son iguais”. También el Sindicato Labrego Galego ha emitido un comunicado para expresar su indignación ante esta campaña en la que, defienden, “criminalízase o consumo de carne a través de medias verdades que van crear unha grande confusión”. Así, consideran que “a campaña apenas distingue entre modelos produtivos, metendo no mesmo saco as producións sostibles coas industriais e mencionando só de pasada que existe a posibilidade de producir carne de maneira sostible”. Por lo tanto, piden la retirada de la campaña. “Se a comercialización da carne se fai na comunidade onde se produce, o impacto ambiental é mínimo”, matizan, en contra de “un Goberno que criminaliza o consumo de carne ao tempo que asina tratados de libre comercio para fomentar a súa importación dende América”. "Isto é un desatino" El ganadero Xose Ramón González (Unións Agrarias), valora que “isto é un desatino. O ministro ou minte ou está desinformado, e as dúas cousas son perigosas. Esta información tóxica culpabiliza a un sector que xera actividade en zonas de montaña e fixa poboación rural. Pero claro, para el o rural son as aforas de Madrid. Garzón leva tempo sen facer nada e agora toca de oído a nota equivocada. Non se debería preocupar pola xente que come moita carne e lles pode facer dano, senón por quen non se pode permitir comela máis que un día á semana”. Y María Páez, ganadera y concejala del PSOE en Viana, asegura que “llevo toda mi vida comiendo un filete diario. Y un filete natural, con un poco de aceite, es lo más sano de la Tierra”. Además, para poner aún más en valor a esta actividad, alega que “cuando arden mil hectáreas por un incendio, si hubiera actividad ganadera se quedaría en 20”, compara. “Y cuando llegas a un pueblo y no encuentras indicios de actividad ganadera, sabes que desaparecerá pronto. No le queda otra que morir”, lamenta. El ganadero Eloy González, de Maceda, defiende que lo ocurrido solo es “una ‘garzonada’ más. El Ministro nos perjudica a nosotros y a todo el mundo: agricultores, hostelería… El precio de la carne está por los suelos ya, como empiecen a hacerle caso estamos apañados”. Y Carlos García, ganadero de Sandiás, añade que “estou de acordo co que contamina unha macrogranxa, pero a produción extensiva é moi diferente. Os animais case non consumen auga en inverno, ao comer do pasto mollado. O que tiñan que facer é axudar á xente para que teñan máis granxas en extensivo, e non beneficiar a catro empresarios e que o resto do pobo quede sen acuíferos. Aquí na Limia témolo claro. E, en canto á saúde, o consumo excesivo de calquera cousa é malo ”. Maribel Fernández, ganadera de Cualedro, pone también sobre la mesa que “cada vez hay un control más estricto a la hora de mantener una explotación. Gestión de residuos, recogida de estiércoles, calefacción en la nave… A veces los animales están mejor que yo en verano. Y nunca nos hemos negado a cumplir las normativas”. Ecologistas Anxo Dorrío, portavoz de la asociación ecologista Amigos da Terra, incide en como “los modelos extensivos de producción generan empleo local con un modelo sostenible de animales en campo abierto”. Ya el 22 de junio la asociación ecologista publicó un informe en el que defendían que “o máis eficiente é unha dieta que contemple a redución do consumo de carne combinada coa substitución da produción de carne industrial por outra de gandería extensiva. Ademais, o seu consumo actual en España, 52,3 kilogramos por habitante ao ano, resulta insostible. Para 2030 débese reducir o seu consumo ata un máximo de 21 kilogramos ao ano”.