Los policías investigados reivindican su inocencia y aseguran que hablarán cuando avance la investigación
La instrucción por el presunto homicidio del policía Celso Blanco es su despacho de la quinta planta de la Comisaría de As Lagoas sigue sumando folios. Los dos agentes que figuran como investigados en las diligencias, los hermanos gemelos Bernardo y Roi D.L., acudieron ayer al edificio judicial por un doble motivo: su comparecencia diaria -una de las medidas impuestas en el auto de libertad de Instrucción 3- y para someterse a la prueba de ADN, por parte de la Policía Científica, que la magistrada instructora ya había incluido en el auto de detención, aunque los policías se negaron por una inicial recomendación de sus letrado.
La instructora considera imprescindible incorporar a la causa el perfil genético de los sospechosos del crimen para poder cotejar en un futuro. Así, en la mano del fallecido apareció sangre .
Los dos investigados declinaron "por ahora" hacer declaraciones a la salida del juzgado, aunque, según aseguró a este diario Bernardo D.L., en un futuro hablarán para reivindicar su inocencia. Por el momento, añadió, intentan mantenerse al margen de las noticias recogidas por los medios de comunicación.
Su letrado, Neil González, aseguró ayer que prepara un recurso contra el auto de entrada y registro en sus viviendas de Toén, Madrid y Ribeira (A Coruña) de los hermanos y la extracción del ADN. Recuerda que hubo un primer informe de la UDEV de Madrid "que rechaza por completo que se trate de un homicidio, basándose en valoraciones científicas". Esas conclusiones quedaron fuera de las diligencias 797/16 del Juzgado de Instrucción 3, lo que motivó un recurso de la fiscal.
Según González, estamos ante un caso con informes contradictorios en los que se habla del suicidio del agente y también de homicidio. Tras la detención de los hermanos y su posterior puesta en libertad bajo fianza de 60.000 euros para cada uno de ellos, se practicó registro de otros dos vehículos utilizados por los investigados así como de la taquilla de Roi D.L en la comisaría de As Lagoas (su hermano está jubilado por una incapacidad permanente) en donde apareció siete cajas de munición. Según el letrado, este policía, además de dar clases en la Academia de Ávila como instructor de tiro, participa en competiciones por todo el país, lo que le supone el uso de una media de 120.000 balas al año.
Aunque los resultados de la sangre hallada en el maletero y un mono de trabajo están pendientes, el letrado asegura que corroborarán que se trata de un cerdo muerto que transportaron.
La causa de la Zamburiña llega al fin de la instrucción
El Juzgado de Instrucción 1 concluyó la instrucción de la causa bautizada como Zamburiña por tráfico de drogas. Este asunto comenzó cuando supuestamente los gemelos y el agente fallecido urdieron un plan en 2014, escribiendo un anónimo, para para que Asuntos Internos investigase a una serie de compañeros.
