El pleno conocerá la situación de la entidad y la marcha del presidente y el comité ejecutivo
Lo que el día 31 de octubre era una posibilidad sin fecha, ahora es una certeza: la dirección de la Cámara de Comercio hará oficial su dimisión el próximo lunes, salvo cambios de última hora que ayer varias fuentes daban como "del todo improbables". Juan Carlos Parada, presidente de la entidad dijo entonces a La Región que "a muy corto plazo" se oficializaría el vacío de poder cameral y ayer mismo se cursó la convocatoria al pleno para una sesión que tendrá lugar a las 20,30 horas y con un único e inconcreto punto en el orden del día: la situación de la Cámara.
Los miembros del pleno conocerán de primera mano las gestiones hechas en los últimos meses para salvar la entidad y, a continuación, la presidencia y el comité ejecutivo dimitirán "de forma irrevocable", según la información que fue trascendiendo a lo largo de la jornada de ayer.
Una entidad con ingresos insuficientes, que debe casi seis meses de sueldos al personal y que no ve en el horizonte una tabla de salvación ha provocado la decisión de renunciar a los puestos. Pero, también, "la falta de apoyo, el desinterés de muchos colectivos e instituciones" ha minado las ganas de seguir adelante, según las fuentes consultadas, que echan en falta que "siquiera de boquilla alguien se haya interesado por la Cámara."
El comité ejecutivo está formado por Juan Carlos Parada como presidente, figurando en una de las vicepresidencias José Pérez Seara. En el puesto de tesorero está Manuel Maneiro y como vocales Francisco Javier Soto, Santiago Ferreiro y José Vilarchao. El pleno está formado por más de 25 personas entre vocales natos y cooperadores y a ellos corresponde oficializar la renuncia que incluso podría extenderse a otros miembros de la entidad, al margen del comité ejecutivo.
Paradójicamente esta vuelta de tuerca en la crisis cameral se da en pleno proceso electoral. El complejo sistema de renovación de cargos de las Cámaras hace que el procedimiento se alargue varios meses y que no antes de junio del 2018 se pueda tener cerrado el proceso. Sin embargo, en el trance en el que está este organismo en este momento nadie aventura qué pasará hasta entonces y qué viabilidad tendrá la Cámara.
La pelota pasa a manos de la Xunta
La Cámara de Comercio es un organismo que está tutelado por la Consellería de Industria y a ella correspondería tomar decisiones si finalmente se concreta el vacío de poder. Varios cargos del gobierno gallego saben de la intención que tienen de dimitir los responsables del equipo directivo y asumen que la situación es muy delicada. Pese a que desde la Consellería y desde la Dirección Xeral de Comercio se respaldaron algunos proyectos para que la Cámara consiguiese ingresos, lo cierto es que la falta de dinero es obvia. Hace siete años que se suprimieron las cuotas obligatorias a las Cámaras de Comercio y la de Ourense pudo subsistir unos años porque sus cuentas estaban saneadas. Desde hace tres ejercicios la deriva negativa la llevó a la situación actual: sin dinero para pagar las nóminas y sin proyectos que retornen los ingresos necesarios para subsistir.
