Unas pintadas en los vagones de la estación del ferrocarril de Carballiño le han costado a Cristian S.C. una condena de seis meses de cárcel, seis meses de multa (con una cuota diaria de cinco euros). La sentencia del Juzgado Penal 1 no le impuso responsabilidad civil porque la abonó el menor que fue juzgado por los mismos hechos en el año 2019 (pagó 1.249 euros). La jueza aprecia una atenuante muy cualificada de dilaciones indebidas.
Este proceso judicial tiene su origen en un atestado de la Guardia Civil de Carballiño, que fue alertada en la madrugada del 13 de mayo de 2018 por los vigilantes de seguridad de Renfe sobre unos posibles vándalos que estaban realizando pintadas en los vagones del tren. Los agentes localizaron a dos jóvenes pese a que echaron a correr. En las proximidades de un vagón localizaron una bolsa de plástico con seis aerosoles de diferentes colores
En el juicio, uno de los agentes declaró que los dos identificados admitieron que eran ellos que estaban pintando ya que era una zona a la que solía ir gente a realizar grafitis. Asimismo, el menor admitió el delito cuando testificó.
La jueza asegura que en este caso se produjo un delito de daños porque la pericial confirmó labores de limpieza más allá de un decapante y agua. “Si la retirada de las pinturas genera un menoscabo o deterioro del objeto o exige su reposición, el hecho integra un delito de daños”, asegura la jueza. En este caso, el vagón sufrió desperfectos en las gomas y el aislante de la ventana y, pese a la limpieza, no quedó igual. Sin olvidar que cada seis grafitis y seis limpiezas el vagón se quita de la circulación.
