MÚSICA

“Este Grammy premia un proyecto nacido en la idea de unir culturas"

Ourense. 13-02-2017. Cristina Pato. Paz
photo_camera La gaiteira Cristina Pato, ayer en Ourense.

Cristina Pato: Gaiteira, pianista, compositora y profesora en la Universidad de Harvard

Ourensana de nacimiento, Cristina Pato es la estrella gallega que más brilla en el cielo neoyorkino. Profesora en Harvard, imparte actualmente en la mejor universidad del mundo, un curso que lleva por título "Performing Musical Difference". Elaborando música con la riqueza de las diferencias, Cristina con la Banda Silk Road Ensemble ha conseguido un Grammy al mejor álbum de World Music. La encontró en casa, en Ourense. Vino a celebrar el cumpleaños de su hermana Yolanda. Doble motivo de fiesta.

¿Qué significa este premio?
Respecto a nominaciones anteriores a los Grammy, tiene doble valor porque lo puedo compartir con colegas de profesión gallegos como Davide Salvado, Anxo Pintos y Roberto Comesaña, representando mi concepto de Galicia cumpliendo la metáfora del disco."Sing me home" habla de lo que cada uno siente como hogar.En este álbum se trató de que cada uno de nosotros incluyera un tema que le hiciera sentirse en casa, y ahí está "Cabaliño". 

 Complejo hablar de hogar.¿No?
Sí. Mi casa está en Ourense pero vivo en Estados Unidos. Me fui hace 12 años con la idea de hacer el doctorado y volver, pero circunstacias de la vida hicieron que quedara allí por cuestiones profesionales. Por temas personales me gustaría estar aquí todos los días. Intento hacer lo máximo posible para estar en todas partes. Quizás no sea lo más práctico ni productivo que puede hacer un migrante pero lo hago en lo posible. Estás continuamente cuestionándote si estás donde tienes que estar o estás donde debes estar y eso es lo que le sucede a cualquier persona que ha salido a buscarse la cosas fuera. 

¿Grammy a la unión cultural?
Un disco de estas características,  en el que los líderes de cada uno de los temas somos de otras partes del mundo pero hacemos carrera en Estados Unidos, tiene un significado muy especial. Entre nosotros hay músicos de Siria o Irán y que pertenecen a los siete países a los que Trump acaba de cerrar puertas. Esto resulta más significativo porque un proyecto que nace con la metáfora de unir culturas a través de la música acaba de ganar un Grammy en un año muy controvertido para la cultura americana.

¿Veían esa otra realidad?
Tras las giras de los últimos años en teatros como Hollywood Bowl de 15.000 butacas a tope, ahora nos damos cuenta de que quizás formábamos parte de una realidad que no tiene que ver con la del 50 por ciento de la población votante de EEUU, que igual no ve las cosas de manera tan amable como nosotros. Ese es el dilema que tenemos ahora. Cómo acercar a toda la población el mensaje de entendimiento a través de la cultura, el lenguaje universal y conocer al prójimo y empatizar con él.

¿El cambio os causó problema?
Sí, el clarinetista Kinan Azmeh es sirio y cuando salió la orden ejecutiva de Trump no pudo entrar. 
El iraní Kaylan Kalhor aún no sabemos cuando va poder entrar. Está de gira por Europa. Hablamos de seres humanos. Son músicos con residencai legal en EEUU.

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