Entrevista

"La gran mayoría de los misioneros ourensanos mueren con las botas puestas"

Ourense 14/10/20
Entrevista a Alberto Diéguez delegado misiones diócesis en el obispado de Ourense

Fotos Martiño Pinal
photo_camera Alberto Diéguez (MARTIÑO PINAL).
Alberto Diéguez es el delegado de Misiones de la Diócesis de Ourense

El penúltimo domingo de octubre de cada año se celebra el Domund, día de homenaje y ayuda a los misioneros que recorren el mundo, aunque esta ocasión las tradicionales huchas no podrán salir a la calle a recaudar medios para los evangelizadores. En la actualidad, hay un total de 103 misioneros ourensanos, 35 hombres y 68 mujeres diseminados por 29 países de 4 continentes: 11 en Europa, 3 en Asia, 8 en África y 81 en América. 

Algunos de los más destacados  son Antonio Fernández, quien lleva 20 años en Zambia con el objetivo de construir una nueva parroquia, o Juan González Núñez, nacido en Casdiego, aldea del ayuntamiento de Chandrexa de Queixa que desapareció al quedar sepultada por un pantano en 1952. Núñez fue designado Administrador Apostólico en Etiopía. 

Alberto Diéguez Mosquera es delegado de Misiones de la Diócesis de Ourense desde su nombramiento el pasado 5 de septiembre, sucediendo a Adelino Álvarez, y reflexiona sobre el mérito de quienes dejan atrás su estilo de vida para servir al prójimo, mientras lamenta que no se escuche la voz de los más necesitados. 

¿Cuál es el objetivo de un misionero?

Enunciar el evangelio y ayudar en las relaciones humanas y la integración de las personas. Son héroes que dejan su tierra por empatía. 

Con la crisis del covid, ¿corre peligro su labor?

No, porque van a seguir sintiendo la necesidad de ayudar, y están más acostumbrados a pandemias que nosotros. En países como Etiopía se convive con ellas. En cualquier caso, no tenemos constancia de positivos por covid entre ellos.

¿Cómo perciben las nuevas generaciones esta labor social?

Los niños entienden las misiones como una aventura maravillosa y tienen una voluntad más sincera que los adultos. Luego el transcurso de la vida te va atando a la tierra y a priorizar el tener sobre el ser. 

¿Qué le cuentan los misioneros en su vuelta a Ourense?

Pocas veces regresan, porque quedan enganchados. Viven según otra escala de valores, centrada en las personas. La gran mayoría de ellos mueren con las botas puestas.

¿Todo su trabajo se lleva a cabo en países pobres?

Es lo más común, pero también hay ejemplos como el trabajo de las Hermanas de los Ancianos Desamparados en asilos de Portugal. 

Y, con respecto al covid, ¿por qué apenas se habla de su incidencia en el continente africano?

No se habla de África ni por el covid ni en otras situaciones. Por desgracia, es uno de los continentes olvidados, no tenemos noticias de ellos mientras no nos afecte a nosotros. 

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