La oposición municipal criticó ayer la privatización del mantenimiento de zonas verdes de la ciudad, al considerar que el servicio será más caro para el Concello. Por su parte, el concejal de Medio Ambiente niega que se vaya a aumentar el gasto.
El grupo municipal del PP criticó ayer la privatización del mantenimiento de las zonas verdes y jardines de la ciudad. El portavoz, Enrique Nóvoa, -que compareció acompañado por Carlos Campos y Javier Rodríguez Nóvoa- comenzó relatando que desde 1979, os socialistas só gobernaron durante sete anos na cidade, pero foron eles os que privatizaron todos os servicios: limpeza, auga, grúa e ORA, matadoiro e o transporte. Sin embargo, es la del mantenimiento de zonas verdes a máis absurda de cantas se produciron na cidade, señaló.
Los populares enmarcan esta decisión del gobierno municipal en la incapacidade e o despilfarro deste goberno bipartito, dijo Nóvoa. Y es que, a su juicio, la adjudicación -a Cespa (que ya realizaba el mantenimiento en A Ponte) y a Medio Ambiente Dalmau) no conllevará un ahorro económico. A partida de agora é un millón de euros máis elevada que a de 2007, a pesares de que practicamente non aumentaron os metros de zonas verdes, máis que o parque da Canle, señaló el portavoz del PP. Las cifras aportadas por la oposición indican que en 2007 había 70 funcionarios dedicados al mantenimiento de las zonas verdes y el presupuesto de Medio Ambiente era de 1.023.023 euros. En 2009, según los populares, el número de funcionarios era de 78 (una treintena según el concejal de Medio Ambiente) y el presupuesto, de 1,9 millones de euros. En este sentido, Nóvoa recordó que este gasto se produce mantendo a plantilla e sen que haxa un aumento significativo de zonas verdes. Criticó, además, que se redujeron a menos de la mitad el número de plantas en los jardines y que las empresas locales quedaron excluidas del procedimiento. Según Rodríguez Nóvoa, la contratación del mantenimiento de jardines en A Ponte le costaba al Concello 102.964 euros en 2007, y ahora casi un 175% más (282.466 euros).
Estos extremos fueron negados por el concejal de Medio Ambiente, Demetrio Espinosa, que dijo no ser cierto que haya 78 operarios -son una treintena-, argumentando además que el servicio no será más caro.
Los ediles aseguraron que este goberno duplicou o gasto de calquera do PP. Nunca tanto se encargou fóra, sobre todo en Urbanismo. La oposición volvió a cuestionar, además, la labor conjunta del gobierno municipal. Al final tenemos dos gobiernos. El teniente de alcalde (Andrés García Mata) no hace tanto ruido como el anterior pero a lo mejor tiene más mando.
Espinosa: No es cierto que cueste más
El concejal de Medio Ambiente, Demetrio Espinosa, explicó que no es cierto que haya 78 operarios, en estos momentos son una treintena, por lo que tocaban a más de 25.000 metros cuadrados por trabajador. Subraya, además, que el servicio no costará más, lo que pasa es que se han modificado partidas y recuerda que el primero que privatizó fue él (Nóvoa), que adjudicó el mantenimiento de las zonas de A Ponte a Cespa en condiciones lamentables y ahora se hizo a precios de mercado. Según Espinosa, los trabajadores municipales se dedicarán al mantenimiento de las riberas de los ríos, no sólo del Miño, sino también del Barbaña, el Barbañica y el Loña, que estaban abandonados, y al perímetro rural.
Espinosa respondió con mayor dureza a las críticas sobre la unidad del bipartito. A su juicio, é un chiste que Enrique Nóvoa, o bi-político nulo en Ourense e mudo en Santiago, que se autoproclama representante do sector rural na facción urbana do bi-PP de feixoos e baltares, traidor ó seu presidente e compañeiro de grupo municipal, José Luis Baltar, pretenda dar a ninguén leccións de unidade e lealtade. Para él, resulta delirante que Nóvoa hable de división sen que se lle caia a cara de vergoña polo espectáculo do seu partido. Por ello, califica al portavoz del PP de político desnortado.
Los populares enmarcan esta decisión del gobierno municipal en la incapacidade e o despilfarro deste goberno bipartito, dijo Nóvoa. Y es que, a su juicio, la adjudicación -a Cespa (que ya realizaba el mantenimiento en A Ponte) y a Medio Ambiente Dalmau) no conllevará un ahorro económico. A partida de agora é un millón de euros máis elevada que a de 2007, a pesares de que practicamente non aumentaron os metros de zonas verdes, máis que o parque da Canle, señaló el portavoz del PP. Las cifras aportadas por la oposición indican que en 2007 había 70 funcionarios dedicados al mantenimiento de las zonas verdes y el presupuesto de Medio Ambiente era de 1.023.023 euros. En 2009, según los populares, el número de funcionarios era de 78 (una treintena según el concejal de Medio Ambiente) y el presupuesto, de 1,9 millones de euros. En este sentido, Nóvoa recordó que este gasto se produce mantendo a plantilla e sen que haxa un aumento significativo de zonas verdes. Criticó, además, que se redujeron a menos de la mitad el número de plantas en los jardines y que las empresas locales quedaron excluidas del procedimiento. Según Rodríguez Nóvoa, la contratación del mantenimiento de jardines en A Ponte le costaba al Concello 102.964 euros en 2007, y ahora casi un 175% más (282.466 euros).
Estos extremos fueron negados por el concejal de Medio Ambiente, Demetrio Espinosa, que dijo no ser cierto que haya 78 operarios -son una treintena-, argumentando además que el servicio no será más caro.
Los ediles aseguraron que este goberno duplicou o gasto de calquera do PP. Nunca tanto se encargou fóra, sobre todo en Urbanismo. La oposición volvió a cuestionar, además, la labor conjunta del gobierno municipal. Al final tenemos dos gobiernos. El teniente de alcalde (Andrés García Mata) no hace tanto ruido como el anterior pero a lo mejor tiene más mando.
Espinosa: No es cierto que cueste más
El concejal de Medio Ambiente, Demetrio Espinosa, explicó que no es cierto que haya 78 operarios, en estos momentos son una treintena, por lo que tocaban a más de 25.000 metros cuadrados por trabajador. Subraya, además, que el servicio no costará más, lo que pasa es que se han modificado partidas y recuerda que el primero que privatizó fue él (Nóvoa), que adjudicó el mantenimiento de las zonas de A Ponte a Cespa en condiciones lamentables y ahora se hizo a precios de mercado. Según Espinosa, los trabajadores municipales se dedicarán al mantenimiento de las riberas de los ríos, no sólo del Miño, sino también del Barbaña, el Barbañica y el Loña, que estaban abandonados, y al perímetro rural.
Espinosa respondió con mayor dureza a las críticas sobre la unidad del bipartito. A su juicio, é un chiste que Enrique Nóvoa, o bi-político nulo en Ourense e mudo en Santiago, que se autoproclama representante do sector rural na facción urbana do bi-PP de feixoos e baltares, traidor ó seu presidente e compañeiro de grupo municipal, José Luis Baltar, pretenda dar a ninguén leccións de unidade e lealtade. Para él, resulta delirante que Nóvoa hable de división sen que se lle caia a cara de vergoña polo espectáculo do seu partido. Por ello, califica al portavoz del PP de político desnortado.
