CRIMEN SOCORRO PÉREZ

Un grupo que revisa homicidios sin resolver se suma al caso de Socorro

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photo_camera El próximo lunes se cumple un año de la aparición del cuerpo de Socorro Pérez en el Alto del Seminario.

Está adscrito a la Dirección Adjunta Operativa de Madrid y se hace cargo de las muertes violentas que aún no han prescrito 

El lunes hará un año desde que la misteriosa desaparición de una mujer acabó siendo un asesinato y una violación. Un amigo de la familia, aficionado a la caza y acostumbrado a pisar monte, halló el cuerpo sin vida de Socorro Pérez (43 años), quien había salido a practicar deporte por el Alto del Seminario. El revuelo de unos cuervos condujo al cazador hasta el cadáver de la vecina de O Couto.

La policía en una primera inspección ya supo que había sido asesinada y agredida sexualmente. El cuerpo, muy deteriorado por la acción del tiempo transcurrido y el rigor de un mes de mayo más cálido de lo habitual, estaba cubierto con ramas de árboles arrancadas con fines de ocultación; pero también estaba semidesnudo, con la ropa interior bajada, y con un fuerte golpe en el cráneo. No muy lejos, apareció el arma homicida, una piedra con restos de sangre con la que el autor le hundió parte del cráneo. La autopsia determinó como causa de la muerte un traumatismo craneoencefálico severo.

La Policía Nacional puso en marcha una investigación que, un año después, sigue viva, pero sin un sospechoso al que poner rostro. Desde la Comisaría de As Lagoas insisten en que la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de Ourense sigue tirando del hilo, al igual que la UDEV de la Comisaría Central de Madrid, grupo al que se le van comunicando todos los avances y las líneas de trabajo abiertas. De hecho, un equipo de análisis de conducta estuvo en Ourense para recabar datos e informar sobre el perfil del agresor.

Pero la llegada del nuevo comisario, Antonio Álvarez Valencia, también se ha traducido en la incorporación de más refuerzos a la investigación. Más ojos para unas diligencias que a nivel judicial siguen bajo secreto de sumario.

El asesinato de Socorro Pérez será revisado por un grupo específico, adscrito a la Dirección Adjunta Operativa de la Policía Nacional, que se hace cargo de los homicidio perpetrados en España en los últimos 20 años (más allá de ese tiempo los crímenes prescriben) y que aún están sin resolver. En total, según confirman fuentes oficiales, 484 en toda España. En la mayoría de los casos, la falta de pruebas ha posibilitado que puedan considerarse hasta el momento "crímenes perfectos".

Por el momento, la principal hipótesis policial es que a Socorro Pérez la mataron por un móvil sexual. Los agentes, sin descartar otras opciones de forma taxativa, también creen que el homicida no conocía a la víctima. Se cruzó en su camino y la abordó cuando corría por el entorno del Seminario.

Investigaron a todo su entorno, familia, conocidos, compañeros de trabajo (trabajaba como limpiadora en la Universidad Laboral), y hasta a personas que en esas fechas merodeaban por la zona donde se perpetró el crimen, esto es, los feriantes que acudieron a las fiestas de Vistahermosa. Pero no apareció nada sospechoso ni anómalo.

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