Los agentes manejaron un aparato que se empleará entre conductores

La Guardia Civil aprende a testar drogas al volante

Los agentes, en la jornada técnica de seguridad. (Foto: JOSÉ PAZ)
Un centenar de agentes de la Guardia Civil tuvo ayer la oportunidad de manejar un aparato, conocido como 'drager', que permite interceptar a conductores cuando están al volante del vehículo tras consumir sustancias estupefacientes. La iniciativa centró parte de la 'II Jornada técnica de seguridad vial', que organizó ayer la Unión de Guardias Civiles en el Centro Cultural de la Diputación. 'El aparato aún no se utiliza en las carreteras de la provincia, pero creo que pronto se utilizará para realizar controles', aseguró el secretario de la asociación, Benito Bouza.
En la actualidad, los agentes, a la hora de denunciar a conductores que están bajo los efectos de sustancias estupefacientes, se fijan en el color de los ojos y aspecto del rostro. Con el aparato, según se puso de manifiesto en la jornada técnica, se recoge al conductor una muestra de su salida para analizarla en el aparato. Pasados unos segundos, como si de un alcoholímetro se tratase, al cabo de unos segundos da el resultado, confirma el afectado consumió drogas en las últimas horas o, por contra, da negativo.

Las clases comenzaron a las 09.00 horas con la intervención de director general de Seguridad Vial de la asociación de motociclista de Zamora, Juan Carlos Toribio, que durante su intervención recalcó que la carretera 'se convirtió en el escaparate del funcionamiento de la Administración Pública, tanto por los accidentes como por su estado de conservación'.

Las charlas continuaron con la intervención del juez decano de Ourense, Antonio Piña; el magistrado Javier Bobillo, y el forense Julio Jiménez, que disertaron sobre la seguridad en la carretera y su influencia en los accidentes de circulación, así como los operativos para detectar conductores ebrios y drogados. Las conferencias originaron debate entre los asistentes.

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