El pasado sábado se hizo patente -una vez más- un problema que lleva tres años afectando a los ourensanos con mascota. Un perro ingirió una bola de comida canina atestada de clavos en el parque para perros del Puente Romano y tuvo que someterse a cirugía urgente. No es el primer caso de este tipo. Aunque mientras que anteriormente la mayoría de estas trampas se encontraban localizadas en el barrio de O Vinteún, esta última temporada las trampas son más comunes en este parque canino.
Este sábado, tras dos alertas a las autoridades, se desalojó el parque y, revisándolo para limpiar, se hallaron otros 20 cebos de las mismas características. En esta ocasión no hubo que lamentar muertes, pero anteriormente si se llegó a estos extremos, en los que un perro cayó en la trampa y pese a su paso por quirófano no se pudo hacer nada para salvar su vida.
Reapertura
El parque ya reabrió sus puertas y, pese a los carteles caseros avisando de las trampas, los usuarios habituales ya han vuelto con sus mascotas. Las asociaciones animalistas y los colectivos vecinales continúan alertando de este problema para el que, pese a que la investigación lleva años abierta, todavía no hay solución de ningún tipo. El concejal de Seguridad Ciudadana, Telmo Ucha, afirma estar estudiando otras medidas. “Parece que no quieren permitir instalar cámaras en parques infantiles, aunque está por ver, también podemos cerrar los parques solo para mascota con acompañante”, indica. Sin embargo, según el testimonio de algunos usuarios, el sábado, agentes de la Policía Local le comentaron a los afectados que “tenían sospechas de que el culpable pudiese ser una persona con perro”.
Algunos usuarios como Cristian Garza sienten “una agonía constante” cada vez que pasean a sus perros. Este usuario explica que no puede comprender “¿Cómo se puede ser tan salvaje e insensible y dedicar tu tiempo en crear trampas mortales para que un animal sufra?”. Por su parte, Tamar Rodríguez, que tiene dos canes, y ante la creciente presencia de estas trampas señala que “yo intento no llevarlos a zonas de parques, a los parques de perros cerrados directamente no voy”. Además, también mantiene una constante alerta “voy fijándome en si cogen algo del suelo y se lo quito de la boca aunque no parezca un cebo porque no me fío, nunca los dejo sueltos”
“Ahora mismo debemos difundir para que la gente vaya con cuidado”
Alejandro Sánchez es el veterinario que operó al perro que este sábado cayó en la trampa de los cebos. Explica que es la primera vez que se enfrenta a una operación de estas características, aunque es conocedor de que no es el primer caso en Ourense. En este caso “el perro estaba estable porque ningún alfiler había perforado su estómago, pero sí habían erosionado y dañado la mucosa”, explica. “En este caso se salvó porque lo operamos rápidamente, le llegamos a quitar 18 alfileres”, indica sobre la intervención.
Cree que dada la situación,“lo único que podemos hacer es difundir para que la gente vaya con cuidado. Nosotros como clínica ya nos pusimos en contacto con las asociaciones para que hagan la mayor difusión posible”, dice Sánchez.
Ahora, la investigación continúa abierta y el culpable podría seguir actuando, el veterinario opina que “ya hay que ser mala persona”, ya que “este parque está hecho para que los perros estén sueltos y no para andar con vigilancia constante”. Aún así, Sánchez recomienda continuar acudiendo “pero con precaución”, y señala que estaría bien que se tomase algún tipo de medida”.
