Un herido en el tiroteo de Tamallancos recibió 22 perdigones en una pierna

photo_camera Esta mañana la Policía se presentaba en el Palacio de Justicia de Ourense para recibir al presunto autor del tiroteo producido en la gasolinera de Tamallancos
El investigado ingresó en prisión imputado por dos delitos de tentativa de asesinato y otro de homicidio

E.M.M., el autor del tiroteo del pasado martes en la gasolinera de Tamallancos (Vilamarín), ingresó ayer en prisión provisional en calidad de investigado por dos delitos de tentativa de asesinato y un delito de tentativa de homicidio. Disparó en varias ocasiones a dos de los heridos. El joven que había estado casado con su hija por el rito evangélico tiene hasta 22 perdigonazos en una de sus piernas. Según declaró el agresor ante la jueza de guardia,  la maltrataba.

El vecino de Amoeiro, de 48 años, permaneció arrestado en dependencias de la Guardia Civil ourensana hasta ayer, cuando pasó a disposición del Juzgado de Instrucción 3 de Ourense. Hasta que estuvo delante de la jueza, el detenido guardó silencio.

La investigación continúa su curso, pero la hipótesis principal es que el tiroteador quiso vengar a su hija, aunque el pretexto inicial era una quedada entre ambas familias en la gasolinera para limar asperezas ya que  los jóvenes seguían en contacto.  Los primeros en llegar  fueron los padres y su hijo.  E.M.M. se apeó del coche -su hija quedó en el interior- y su mujer iba detrás cuando, escopeta en mano y con abundante munición (perdigones y postas), accedió al  interior de la gasolinera y abrió fuego contra la otra familia. En una mesa estaban sentados J.G.M, el joven de 18 años expareja de su hija; A.G.M., el padre de 46 años y la madre, L.M.R. de 39. Apuntó a las piernas de él y a un brazo de ella, pero los dos varones resultaron heridos también en el pecho. 

Por el momento, solo ella recibió el alta hospitalaria. Tanto padre como hijo continúan ingresados, ya que resultaron heridos de consideración. Además, una cuarta persona permanece en estado grave. Es A.V.G., un hombre de 77 años residente en Vilamarín que estaba en la cafetería de la gasolinera “jugando la partida” con sus amigos. Pese a que en un primer momento parecía que su estado era leve, el miércoles comenzó a empeorar y no pudo recibir el alta esperada. El impacto del perdigón le afectó al pulmón. 

Tras herir a todos ellos regresó a su coche. Con la escopeta y su familia a bordo arrancó dirección Amoeiro, pero la Guardia Civil  montó un dispositivo que permitió su detención poco después.

 Muestras de apoyo

Ambos clanes familiares acudieron ayer al edificio judicial de O Couto, coincidiendo con el pase a disposición judicial del agresor, con vigilancia policial. Hijos, mujer y hermanos del agresor se mostraban consternados por el estado en el que se encontraba el progenitor, que finalmente ingresó en prisión provisional.  La fiscal reclamó esta medida alegando la gravedad de los delitos (castigados con penas de prisión) y la posibilidad de reincidencia. 

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