Efeméride

Y se hizo la luz: se cumplen 125 años de la noche en que Ourense estrenó la electricidad

Una farola ornamentada, en la Plaza Mayor de Ourense.
photo_camera Una antigua farola ornamentada, en la Plaza Mayor de Ourense.
Esta semana celebramos un siglo y cuarto desde que, una noche de junio de 1895, 320 lámparas iluminaron la noche de la ciudad por primera vez

Hay días que quedan marcados a fuego en la historia de una ciudad y otros que, a pesar de su importancia, se deslizan sin hacer ruido. Una de estas efemérides silenciosas la celebramos esta semana: el 14 de junio de 1895 -esto es, hace 125 años y dos días- se inauguró la iluminación eléctrica en Ourense: un cambio trascendental que hoy damos por sentado, pero que en su época fue motivo de gran fiesta y expectación.

Esa noche -según relata Maribel Outeiriño en un reportaje publicado en La Región cuando se cumplía el siglo de la fecha- se encendieron 280 lámparas de 16 bujías y 50 de 32: la mitad de ellas iluminarían hasta las 12 de la noche, y el resto quedarían prendidas hasta el amanecer. No fue simplemente una proeza técnica para la época, sino también una ocasión para festejar.

En el Liceo, sin ir más lejos, organizaron una "Garden-Party" para dar la bienvenida a la electricidad: debieron quedar entusiasmados, pues seis meses después el ilustre club ourensano decidió contratar por 117 pesetas la instalación de alumbrado eléctrico en un salón-teatro, el tocador de señoras y el retrete. También se decidió iluminar con la flamante tecnología el nuevo Instituto de Instrucción Pública y la Escuela de Artes y Oficios, con clases nocturnas.

Un nombre propio: Francisco Conde Valvís

La llegada de la electricidad a la ciudad tiene un nombre propio en el papel protagonista: Francisco Conde Valvís. Licenciado en Derecho y dueño de una fábrica de curtidos heredada en Valverde de Allariz, era un hombre moderno y entusiasmado con el progreso. Esta visión de futuro le llevó a encapricharse con que su provincia no se quedara atrás en el avance de la electricidad, y por eso en 1894 pidió permiso al Ayuntamiento para construir una central eléctrica.

Foto de la Central Eléctrica de Conde Valvís, en Los Remedios. (LR)

El encargo de la chimenea de este edificio, situado en los Remedios, fue el que trajo al constructor catalán Estanislao Reverter a Ourense -saga familiar que, algunas décadas después, daría pie a una leyenda del rally-. La fábrica, además, contaría con una máquina de vapor suiza. Conde Valvís logró al año siguiente que le adjudicaran el alumbrado público de la ciudad por un plazo de 40 años... pero se encontró con su primer obstáculo: algunos vecinos no querían cables ni soportes en sus fachadas. El problema se resolvió y -un año después- Ourense miraba con ojos atónitos el milagro. Se había hecho la luz.

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