TURISMO

La hostelería ourensana detecta más visitantes pero menos consumo

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photo_camera Varias mesas ocupadas por consumidores en una tapería del casco viejo de la ciudad.

Los profesionales del sector señalan que el tiempo medio de estancia de los turistas se redujo respecto a años anteriores

El sector hostelero de la ciudad de Ourense reconoce que hay más visitantes este año con motivo de la temporada estival, pero que eso no se está traduciendo en más beneficio que otros años para sus negocios, como era de esperar. Unos achacan este bajo nivel de gasto por parte de los visitantes a la persistencia de la crisis económica, que está llevando a los turistas a contenerse a la hora de consumir, mientras otros señalan que la razón última es que se ha reducido el tiempo de estancia media con respecto a otros años y eso se traduce en menos días para poder consumir en la ciudad.

Los hosteleros consideran que "tampoco hay que quejarse", porque "la gente hace un esfuerzo importante para darse una alegría saliendo a tomar algo en estos tiempos de crisis", como señala Abelardo Álvarez, del mesón O Comellón, en la calle Lepanto del casco viejo de la ciudad, uno de los epicentros del tapeo ourensano. Sin embargo, las expectativas creadas de cara a la temporada estival, en la que ya parecía haberse dejado atrás la crisis, no parece que se estén cubriendo del todo.

"Se está notando mucho menos gasto que en años anteriores, a pesar de que ves más gente por la calle", señala Emilio Rodicio, del Bar Cortés, en la misma calle Lepanto. "Lo que ocurre es que el año pasado y el anterior llegaba gente que paraba aquí dos o tres días y eso hacía posible que los hicieras clientes, porque comían un día y repetían al siguiente", añade Rodicio. Esta circunstancia no se está repitiendo este año porque "son visitantes que vienen a la mañana y a lo mejor ya se vuelven a la costa esa misma tarde". El hecho de que sea gente de paso, que aprovecha al máximo las horas de estancia en la ciudad para ver los distintos monumentos o la zona termal, reduce la posibilidad de gasto en los establecimientos hosteleros.

El pasado 2015, que estuvo marcado por un agosto con tiempo inestable, fue contemplado por el sector hostelero ourensano como uno de los mejores de los últimos años. Este año, sin embargo, las altas temperaturas invitan a la playa y eso penaliza al interior.

Tatiana González, dueña de la vinoteca y tapería Tixola, en la calle Juan de Austria señala: "Llevo tan sólo un año con el establecimiento abierto, así que no puedo hacer comparaciones con el verano pasado, pero la verdad es que no me puedo quejar porque estamos teniendo un buen nivel de clientes", añade, aunque sí reconoce que "la gente todavía se contiene un poco en el gasto".

Por su parte, Luis Méndez, propietario de La Bodeguilla del Centro, en la rúa dos Fornos, que también reconoce "menos gasto que otros años" y que "sigue habiendo gente que pide un plato para compartir", añade, sin embargo, que "este fin de semana largo está siendo espléndido y mucho mejor de lo previsto. Acabamos con todo el producto que habíamos comprado para cubrir las necesidades del puente y he tenido que acudir a un amigo tendero para que me abriera en festivo y reponer mercancia", señala. En este sentido, Luis Méndez no duda en afirmar que "éste está siendo el mejor puente de todo el año en cuanto a clientela se refiere".

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