Los responsables de La Bull optaron el fin de semana por "burlar" el precinto abriendo al público la discoteca.
La actividad de la discoteca La Bull, pese al precinto de la Policía Local del fin de semana, está levantando ampollas en los empresarios que forman parte de la Asociación Provincial de Discotecas (aglutina a 1.400 asociados en toda la provincia). Algunos de los integrantes de esta plataforma se dirigieron estos días a la directiva al considerarse agraviados. "La gente que cumple con la normativa se siente agraviada al ver que una determinada discoteca sigue funcionando pese a que fue precintada", asegura José Pérez Seara, el presidente de la asociación a nivel provincial y vicepresidente de la Federación gallega.
Los responsables de La Bull optaron el fin de semana por "burlar" el precinto abriendo al público la discoteca. La Policía Local la había precintado en virtud de una sentencia judicial en la que no reconoce la licencia dada en su día por el Concello para la obra y apertura. La resolución judicial, ratificada por el TSXG, anuló la licencia de obra que la junta de gobierno del Concello de Ourense había concedido en julio del 2010 a Bumabar S.L. para discoteca con un aforo de 726 personas en los bajos de los número 1 y 3 de la calle de Pérez Serantes. También revocó la licencia de apertura concedida en febrero del 2011 a la referida empresa.
Por su parte, el Concello, según anunció ayer el alcalde en la junta de seguridad local, dio cuenta en el juzgado del levantamiento del precinto policial para que actúe en consecuencia.
El letrado que representa al hostelero afectado aseguró que no han recibido ninguna notificación sobre el precinto (en el Concello consta que sí) y que, por tanto, la discoteca puede seguir abriendo con normalidad. Además, entiende que no cabe la clausura hasta que el TSXG resuelva un recurso que tiene planteado.
