Poco después de este accidente, una patrulla de la Guardia Civil de Tráfico localizó, en el kilómetro dos de la misma carretera, a un Volkswagen Polo negro que circulaba con las luces apagadas. Los agentes trataron de darle el alto, al sospechar que se trataba del mismo vehículo que se había fugado del siniestro anterior. Lejos de pararse ante las indicaciones policiales, el conductor esquivo el coche patrulla y se adentró en la calle Marcelo Macías de la ciudad, seguido por la Guardia Civil.
Velocidad excesiva
Según Tráfico, durante la persecución el coche circulaba a una velocidad ’notablemente superior a los 50 kilómetros por hora (la velocidad máxima permitida en la ciudad)’ por la calle Marcelo Macías, adelantó en un lugar prohibido, no se detuvo en un semáforo en rojo y giró a la izquierda hacia una calle que es dirección prohibida. Fue en ese momento, a las 6.20 horas, cuando la Guardia Civil bloqueó el vehículo que huía y procedió a cachear a su conductor.
El piloto, G.A.C., de 24 años y vecino de la ciudad, fue sometido a la prueba de la alcoholemia, dando un resultado positivo. Los agentes lo detuvieron como supuesto autor de dos delitos contra la seguridad del tráfico, uno por conducir de forma temeraria y el otro por, supuestamente, hacerlo bajo los efectos del alcohol.