El establecimiento hostelero cerró sus puertas en 2010, tras 52 años como heladería y cafetería
En poco más de un mes se cumplirán cinco años del cierre de uno de los establecimientos de hostelería de la ciudad que más recuerdos y sabores agradables despiertan en la memoria colectiva de los ourensanos. En los primeros días de febrero de 2010, bajaba la persiana definitivamente La Ibense. Situada al final de la calle Paseo, en pleno corazón de la ciudad, son muy pocos los ourensanos que no hayan pasado por aquel espacio a pedir un helado, tomar un café, un chocolate y unos churros.
Hoy la lámina que distribuye La Región dentro de la colección Publicidad con Historia está dedicado a sendos anuncios de La Ibense, publicados en el año 1964. Uno hace referencia a "50 años han probado el sabor que nunca sería igualado". En el otro La Ibense recuerda a los lectores que "Mañana es domingo. Su excursión será más agradable si lleva una garrafa de helado".
Ramiro Gómez y su esposa Manuela Viso regentaron el establecimiento durante 52 años, hasta que la jubilación les obligó a echar el cierre. Ramiro comenzó en el mundo de la hostelería de la mano de su padre, que regentaba el bar La Paloma, en la calle Colón.
En el año 1958 arrendaron el local de la Ibense, que estaba situado en la calle del Paseo. "Era de un valenciano, de la localidad de Ibi. sus helados habían cobrado fama", recuerda Ramiro Gómez, quien añade que aquel "vendió la marca en varios sitios y por eso había establecimientos de La Ibense en varias ciudades, como Vigo, Ferrol o Benavente, pero no teníamos nada que ver unos con otros".
Inicialmente sólo fue heladería, para transformarse en cafetería. Ramiro Gómez afirma que el helado que más gustaba era el mantecado y de turrón. Reconoce que el trabajo era muy esclavo, " sin embargo también fue muy duro cuando decidimos cerrar" y reconoce que "allí quedaron entre lágrimas muchos recuerdos, mucho trabajo y mucha ilusión". El local que ocupó en su día La Ibense es hoy un establecimiento que vende ropa y calzado.
