Parte del edificio número 12 de la calle Cervantes de la ciudad tuvo que ser demolido ayer después de declararse un incendio, que destruyó dos plantas en las que no residían personas dado que el inmueble está en obras. Los técnicos acordaron derribar varios muros al quedar su estructura dañada y amenazar con caer hacia la calle.
Un incendio destruyó ayer dos plantas del edificio situado en el número 12 de la calle Cervantes, en el casco antiguo de la ciudad, provocando una densa humareda que obligó a desalojar de un inmueble contiguo a una persona mayor impedida y a la mujer que la cuida. El edificio está siendo reformado y las llamas se declararon sobre las 08.55 horas, cuando los operarios de la constructora Diegomar S.L, encargada de los trabajos de mejora, aún no se habían incorporado a sus puestos. Estábamos tomando un café, como hacemos antes de empezar a trabajar, y nos avisaron de que estaba ardiendo el edificio, explicó el gerente de la empresa Diego Álvarez.
Los trabajadores se personaron de inmediato en el lugar y comenzaron a sofocar las llamas al tiempo que alertaban a los bomberos y la Policía Local, que acordonó la zona y cortó el vial al tráfico. El incendio provocó una densa humareda, que alarmó a todos los vecinos del casco antiguo. En el inmueble no reside ninguna persona, pero en el de al lado se encontraban una mujer de unos 70 años, que se desplaza en silla de ruedas, y la persona que la cuida. Los bomberos solicitaron el apoyo de una ambulancia del 061 y desalojaron a las dos mujeres.
En el edificio afectado predomina la madera, lo que facilitó la combustión. Llevamos un mes retirando escombros para construir nuevas viviendas, añadió Diego Álvarez.
El fuego se sumó a las labores de derribo y, una hora después de iniciarse, se derrumbaban la tercera y la segunda planta, además de un muro lateral. El incendio quedó extinguido sobre las 12.00 horas, momento en el que la Tenencia de Alcaldía decidía precintar el inmueble para que los técnicos esclarecieran las causas del siniestro. El día anterior abandonanos la obra sin dejar fuego encendido, ni rescoldos de una hoguera, añadió el gerente de Diegomar.
Los bomberos desconocían ayer las causas y el lugar en que se originó el incendio, dada la cantidad de escombros que se almacenaron en la primera planta. Los bomberos estuvieron pendientes del edificio toda la jornada ante el temor de que se pudiera reavivar el fuego. Sobre las seis de la tarde, los técnicos municipales sopesaron la idea de derribar todo el edificio, aunque al final decidieron desmontar la estructura de la tercera planta y varios muros, ante el temor de que se derrumbarán hacia la vía pública al resultar dañados por el fuego. También acordaron cortar al tráfico hasta el lunes las calles Cervantes y As Burgas.
Los trabajadores se personaron de inmediato en el lugar y comenzaron a sofocar las llamas al tiempo que alertaban a los bomberos y la Policía Local, que acordonó la zona y cortó el vial al tráfico. El incendio provocó una densa humareda, que alarmó a todos los vecinos del casco antiguo. En el inmueble no reside ninguna persona, pero en el de al lado se encontraban una mujer de unos 70 años, que se desplaza en silla de ruedas, y la persona que la cuida. Los bomberos solicitaron el apoyo de una ambulancia del 061 y desalojaron a las dos mujeres.
En el edificio afectado predomina la madera, lo que facilitó la combustión. Llevamos un mes retirando escombros para construir nuevas viviendas, añadió Diego Álvarez.
El fuego se sumó a las labores de derribo y, una hora después de iniciarse, se derrumbaban la tercera y la segunda planta, además de un muro lateral. El incendio quedó extinguido sobre las 12.00 horas, momento en el que la Tenencia de Alcaldía decidía precintar el inmueble para que los técnicos esclarecieran las causas del siniestro. El día anterior abandonanos la obra sin dejar fuego encendido, ni rescoldos de una hoguera, añadió el gerente de Diegomar.
Los bomberos desconocían ayer las causas y el lugar en que se originó el incendio, dada la cantidad de escombros que se almacenaron en la primera planta. Los bomberos estuvieron pendientes del edificio toda la jornada ante el temor de que se pudiera reavivar el fuego. Sobre las seis de la tarde, los técnicos municipales sopesaron la idea de derribar todo el edificio, aunque al final decidieron desmontar la estructura de la tercera planta y varios muros, ante el temor de que se derrumbarán hacia la vía pública al resultar dañados por el fuego. También acordaron cortar al tráfico hasta el lunes las calles Cervantes y As Burgas.
