Temporal

Un pueblo aislado y otro anegado

Los ocho vecinos de Pradorramisquedo permanecían ayer aislados al cortar el río Bibei la carretera. Mientras, los residentes de Barrio (Xunqueira de Espadanedo) limpiaban el lodo que el agua metió de nuevo en sus casas y fincas

Los vecinos de Pradorramisquedo (Viana) y los de Barrio (Xunqueira de Espadanedo) estuvieron ayer jueves entre los más sacrificados de la borrasca Elsa. Los ocho residentes (cinco viudas, un pastor soltero y un matrimonio) de la primera de las localidades  quedaron aislado sobre las cuatro de la madrugada de ayer ante la crecida del caudal del río Bibei al liberar agua los embalses que hay aguas arriba, entre las provincias de Ourense y Zamora.

El nivel del río cubrió la carretera y sepultó el puente que da acceso al pueblo. "Non temos por donde saír.  Para comer, témonos que arreglar co que temos na casa", apuntaba una de las vecinas Elisa López, puntualizando que todos son gente mayor (dos vecinos superan los 90 años) "e o grave é que nos poñamos enfermos".
Guardia Civil, Protección Civil y GES de  A Gudiña permanecieron ayer largo tiempo en las inmediaciones del pueblo. Los agentes del Instituto Armado dieron a los vecinos instrucciones concretas: si alguien se pone enfermo que llamen de inmediato para evacuarlos en helicóptero.

Elisa López recordaba que el panadero intentó llevarles pan, "pero non  puido pasar.  O problema é que moitos veciños teñen previsto regresar para pasar as navidades, pero ímos ver como fan se esta situación non cambia", lamentaba la vecina.


Lodo de la montaña


Mientras, los vecinos de Barrio (Xunqueira de Espadanedo) retiraban las piedras y el barro que el agua arrastró hace sus viviendas y naves agrícolas.
La riada discurrió por una ladera con fuerte pendiente, llevándose todo lo que encontraba a su pasó. Las piedras obstruyeron la tubería instalada hace años para canalizar el arroyo lo que provocó que el agua arrastrara todo el material hacia las casas y fincas.

Esta  misma situación ya se repitió en verano del año pasado a causa de una tormenta. "O Concello ou a Confederación Hidrográfica teñen que tomar medidas. Non podemos seguir así, sufrindo continuamente inundacións", apunta el vecino  Miguel de Dios, recalcando que a este paso "non queda máis remedio que marchar do pobo, abandonar o que temos".
Varios operarios municipales recogían ayer el lodo y piedras que arrastró el agua, al tiempo que subsanaban los desperfectos. El vecindario exigía medidas porque "está chovendo con forza e volver baixar  auga outra vez e métese de novo nas casas", apuntaba el residente.

Los vecinos se despertaron sobre las cuatro de la madrugada al inundarse sus casas a través de las tuberías instaladas en el  cuarto de baño y cocina. 

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