La segunda y última jornada del festival no defraudó: centenares de personas disfrutaron de la variada oferta musical de la noche, en la que no faltó lo mejor del indie nacional, ni las apuestas de ska más combativas.
Después de un excelente arranque de festival, con una jornada variada en cuanto a ritmos musicales y gran afluencia de público, la segunda y última jornada del OurenRock Sound no defraudó a los presentes. Benposta amaneció ayer de resaca, pero a media tarde ya volvía a la actividad. Los usuarios del cámping disfrutaron del entorno y demostraron que con ganas de disfrutar, ni las altas temperaturas son capaces de minar la moral.
Poco después de las cinco de la tarde, los alrededores del recinto de la Ciudad de Los Muchachos acogían a los primeros festivaleros, que llegaron a tiempo para participar en el programa "O porquiño polo que vale" de la TVG y con colaboración de Telemiño. Los presentadores Duarte Galbán y Tamara Pérez se encargaron de poner a prueba a los concursantes, que se lo pasaron en grande durante la grabación. Mientras tanto, la zona gastronómica, el mercado artesanal y la feria vitivinícola también abrían sus puertas, para refrescarse del calor, tomar un tentempié y curiosear entre los puestos.
A partir de las 18,00 horas, los festivaleros también pudieron realizar diversas actividades gracias a la propuesta de talleres del OurenRock. Algunos se decantaron por la construcción de guitarras -bajo las directrices de luthieres expertos-, mientras que otros prefirieron el grafitti, las clases de barbería o la alfarería. El recinto se convirtió en un gran espacio para divertirse con amigos, a la vez que aprender una destreza distinta y conocer gente.
¡A bailar"
Poco después de las siete y media subía al escenario el primer grupo de la jornada, los melidenses Cuarta Xusta. El grupo de rock animó al público, que empezaba a arremolinarse frente al escenario para bailar y pasárselo en grande. Después llegó Triángulo de Amor Bizarro con su original propuesta, una mezcla de indie, post-punk y rock que le ha valido posicionarse como uno de los grupos más reconocidos del panorama nacional de la música independiente. Pasadas las diez de la noche, sobre el escenario comenzó a sonar la inconfundible voz de Diego Ibáñez de Carolina Durante. El público coreó temas tan conocidos como "Cayetano", entre otros.
La recta final del cartel arrancó con el ska de La Pegatina, donde el público demostró que todavía le quedaba energía para rato. Los gallegos de Dakidarría cogieron el relevo poco después y el suelo de Benposta tembló al ritmo de los presentes, que saltaron y bailaron sin parar. El grupo de rap Rebeliom do Inframundo fue el encargado de cerrar la jornada con sus letras combativas, hasta bien entrada la madrugada. La cuarta edición del OurenRock dejó al público con ganas de más.
