El joven A.S.C., cuando intentó matar a un vecino de Vistahermosa el 20 de febrero de 2019, creía que estaba en Matrix, una realidad paralela en la que todo tenía otro significado. Sufría en ese momento un brote psicótico debido a la esquizofrenia que padece. Por esta razón, no es responsable de sus actos ya que tenía sus capacidades volitivas y cognitivas anuladas (no será condenado a penas de prisión). La fiscalía, al igual que la acusación particular y con el visto bueno de la defensa, interesaron a la Audiencia de Ourense un internamiento adecuado a su dolencia psiquiátrica -ya está ingresado en un centro de Morea- por un máximo de siete años, además de otros cuatro años de libertad vigilada y una medida de alejamiento con respecto a la víctima. A esta última la indemnizó, antes del juicio, con 15.000 euros por las lesiones, secuelas y daños morales provocados con el apuñalamiento.
El juicio duró menos de lo esperado porque el acusado reconoció los hechos y las acusaciones llegaron a un acuerdo con la defensa. La versión reducida -hay que celebrar vista porque es un sumario- contó con la testifical de la víctima y los peritos psiquiatras. El primero asegura que salió a pasear con el perro, sobre las cuatro de la tarde, y A.S.C. lo atacó con una navaja por detrás. Pese a que se giró y le sujetó la muñeca, les asestó otros dos navajazos en el hombro y el brazo derecho hasta que logró huir.
Según el denunciante, en 2016 ya tuvo "un pequeño problema" con el procesado porque se metí con él y su familia. "Se puso un poco alterado y la cosa quedó ahí", explicó.
Los psiquiatras que lo atendieron en la Unidad de Agudos del CHUO explicaron que el joven sufrió "una descompensación psicótica" por la esquizofrenia paranoide diagnosticada a los 19 años. En el momento en que ocurrieron los hechos, padecía alucinaciones auditivas: unas voces le decían que tenía que matar a su vecino.
El joven, según explicaron sus médicos, sufrió el primer ingreso en 2017 por un intento de suicidio con clínica psicótica. "En ese momento ya refiere que está metido en Matrix, un delirio muy característico de la esquizofrenia, conectado con un máquina que produce una realidad paralela y preparada", aseguró uno de los psiquiatras de Agudos que lo atendió. En ese mundo Matrix, "las conversaciones o gestos tienen significados ocultos".
Por esta razón, según el especialista, el inculpado no fue consciente de la agresión que protagonizó. "Lo descarto totalmente porque él estaba inmerso en esa realidad paralela: todo estaba organizado por Matrix y todos sabían lo qué el iba a hacer", añadió.
Los médicos también destacaron que la prisión no es una solución para estos pacientes. El joven estuvo en la cárcel "totalmente psicótico mientras que en Agudos y Piñor mejoró".
La esquizofrenia, aunque es una enfermedad que no tiene cura, "mejora en un entorno adecuado y con tratamiento".
