El interventor obstaculizó la obra de la Plaza tras frenar dos años el concurso

La odisea que vive la rehabilitación integral de la Plaza de Abastos número 1 sería imposible de intender sin lo sucedido desde octubre de 2016, momento en el que se dio el pistoletazo de salida al expediente para sacar a concurso la obra con una propuesta remitida por la arquitecta municipal Elvira Carregado a Asesoría Jurídica para elaborar los pliegos de condiciones. Sin embargo, no sería hasta casi dos años después, en septiembre de 2018, cuando la junta de gobierno local aprobaba la licitación y la reforma salía a concurso.

La importante demora en ese intervalo de tiempo se entiende, según refleja un informe elaborado por el asesor jurídico, Juan Ramón Costas Núñez, realizado a instancias del departamento de Contratación, por hasta ocho devoluciones del expediente realizadas por el interventor municipal, Gonzalo Alonso, que con diferentes argumentos en cada una de ellas motivó un notable retraso que hacía imposible hacer uso de la ayuda concedida por Fomento.

El carácter subvencionado de este proyecto implica también la necesidad de una mayor agilidad en la tramitación, como hace constar el asesor jurídico en una de sus consideraciones emitida tras culminar la selección de la empresa que debe acometer la rehabilitación. "Nos interesa que motive e detalle cal é exactamente o motivo do reparo e como se pode remediar", expone Costas Núñez refiriéndose a la negativa del interventor a aprobar que hay crédito suficiente para adjudicar la reforma, asegurando el asesor jurídico que sí lo hay "segundo nos confirman servizos municipais". Alonso debe autorizar también la dirección de obra, sin fiscalizar desde abril.

El futuro de la plaza

Mientras la tramitación del expediente sigue en stand by, el alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, mantuvo ayer un encuentro con la directiva de la asociación de comerciantes de la Plaza de Abastos para abordar una posible modificación en las condiciones de la concesión mediante la cual se gestiona el mercado desde el año 2000.

"Me voy bastante satisfecho", destacó el presidente de los placeros, Emilio González, tras un encuentro que no estuvo exento de reproches, al transmitirle a Jácome el "desacuerdo" con sus palabras del jueves en las que consideraba "dañiñas e inadmisibles" las condiciones en las que el gremio ejerce su trabajo y hablando de "jolgorio" sobre la estancia en la Alameda, por lo que quería subirles el canon y modificar la concesión.

La reunión, calificada de "interesante" por parte del alcalde, sirvió para sentar las bases de una negociación sobre la relación contractual entre Concello y asociación de comerciantes, dispuestos a hablar con el nuevo gobierno sobre un incremento del canon, aunque ligándolo siempre a una ampliación en la duración de la concesión, a la que le quedan ocho años por delante (el tiempo en la Alameda no cuenta, según un acuerdo con el anterior gobierno, y solo empezaría a correr al retornar a su espacio natural).

"No podríamos acometer una modificación de condiciones con solo ocho años de concesión, estamos abiertos a cualquier propuesta siempre que se incluya una ampliación", señaló Emilio González, insistiendo en que los alquileres que la asociación cobra a los placeros están fijados en una ordenanza fiscal municipal y recordando que "si tanto privilegio hubiera, no habría puestos cerrados".

Por otro lado, también parece haberse alcanzado cierto consenso en los efectos positivos de mejorar un edificio como el de la Plaza de Abastos, "que puede ser de gran interés turístico". En este sentido, Jácome señaló que "tenemos que hacer algo que nos interese a las dos partes para que el mercado funcione", explicando Emilio González que está sobre la mesa la posibilidad de realizar un estudio arquitectónico sobre el entorno del mercado, incluyendo "esa entrada al mismo nivel que reclamamos".

Sobre la estancia en la Alameda, otro de los temas que molesta a Jácome, el presidente de los comerciantes reconoció que "es el mejor sitio, siendo conscientes de que ocupamos un espacio público". Parece difícil que calle una alternativa para su ubicación provisional, como sugirió el alcalde el jueves. 

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