Un vecino de Coles de 93 años fue hallado muerto ayer en un pozo de la bodega de su domicilio, en la aldea de Outeiro de Melias, en el concello de Coles.
Fue el hijo de José Guerra González, el hombre fallecido, quien encontró el cuerpo sin vida de su padre en torno a las dos de la tarde de ayer, jueves, llamando a los servicios de emergencias del 112, que movilizaron a efectivos de Protección Civil de Coles y a la Guardia Civil, así como a emergencias sanitarias, que no pudieron hacer nada por salvar la vida del hombre. Hasta el lugar también se desplazaron los bomberos de Ourense, que fueron los encargados de retirar el cadáver del interior del foso, así como el forense, responsable del levantamiento del cadáver. Fuentes de la investigación señalan que el cuerpo del fallecido fue encontrado poco después del deceso.
Agentes de la Guardia Civil tomaron declaración al hijo, que estuvo presente en el lugar y colaboró.
Pozo destapado
Antonio Boimorto, miembro de Protección Civil del municipio de Coles, fue uno de los primeros en llegar al lugar de los hechos. “Avisáronnos de que había un home nun pozo e que xa estaba falecido”. Además, Boimorto explicó que el hoyo al que cayó el nonagenario estaba destapado en el momento del suceso.
Esta información fue corroborada por Antonio Rodríguez, sobrino político del fallecido. Rodríguez se acercó al domicilio de su tío nada más enterarse de la noticia. “O pozo coñézoo ben, será de metro e medio de fondo, non ten máis. Pero claro, estaba destapado”. Otras sobrinas del fallecido también se desplazaron hasta el lugar del suceso.
“Isto foi un accidente, a el gustaballe moito andar remexendo”, asegura Antonio Rodríguez en referencia a que José Guerra trabajaba de manera asidua en su finca. “Nun despiste puido caer”, lamenta.
Denuncia por abandono
Sin embargo, y a la espera de la autopsia, fuentes consultadas por La Región explican que aunque la principal hipótesis con la que se trabaja es la muerte accidental, “todo está abierto”. Son estas mismas fuentes las que confirmaron a este periódico la existencia de una denuncia en los Juzgados de Ourense por la situación de abandono que padecía José Guerra. Atendiendo a estas informaciones, habría sido la trabajadora social del municipio quien dio la voz de alarma a las autoridades, al ser testigo del estado en el que se encontraba el nonagenario. También aseguran estas fuentes que el interior de la vivienda se encontraba se encontraba "en muy malas condiciones".
Guerra era natural del concello lucense de Carballedo. Varios vecinos recuerdan que la familia se asentó en la provincia hace más de una década tras regresar de Venezuela, país en el que residieron durante años antes de volver a su tierra.n
