La Guardia Civil busca en las chatarrerías portuguesas de Chaves, Montalegre, Vidago y Vinhais, entre otras localidades cercanas a la frontera con Ourense, pistas que le permitan esclarecer los múltiples robos de cobre que se están registrando en la provincia.
Los agentes mantienen abierta una investigación, en colaboración con la Guardia Nacional Republicana lusa, ante la sospecha de que el cobre robado en Ourense está siendo vendido en el norte del país vecino. Hasta el momento, las redes de delincuentes los comercializaban a través de Valencia y Barcelona a China e India. Es más, los agentes, que están llevando a cabo las pesquisas con total mutismo, trabajan con la hipótesis de que los robos son perpetrados por una red organizada, cuyos responsables planifican las sustracciones desde el otro lado de la frontera en función de la demanda de material.
La investigación fue abierta después de que la Guardia Nacional Republicana decomisara seis toneladas de plomo en una vivienda de la localidad portuguesa de Outeiro Seco, a escasos kilómetros de Feces de Abaixo. El dueño de la casa, que fue detenido, alegó que el material decomisado (valorado en 34.000 euros) se lo había comprado a un ourensano, del que desconocía la identidad y su domicilio. Aún así, el arrestado, Joaquín A.F., de 45 años, según fuentes de la investigación, proporcionó pistas a los agentes que pueden arrojar luz sobre los robos de cobre. La Guardia Civil sospecha que las personas que trasportaron el plomo a Portugal están relacionadas con las sustracciones de cables de cobre.
Ayer se pudo saber que el material de plomo intervenido en Outeiro Seco fue robado en el almacén de una empresa en el municipio de Pereiro.
La investigación fue abierta después de que la Guardia Nacional Republicana decomisara seis toneladas de plomo en una vivienda de la localidad portuguesa de Outeiro Seco, a escasos kilómetros de Feces de Abaixo. El dueño de la casa, que fue detenido, alegó que el material decomisado (valorado en 34.000 euros) se lo había comprado a un ourensano, del que desconocía la identidad y su domicilio. Aún así, el arrestado, Joaquín A.F., de 45 años, según fuentes de la investigación, proporcionó pistas a los agentes que pueden arrojar luz sobre los robos de cobre. La Guardia Civil sospecha que las personas que trasportaron el plomo a Portugal están relacionadas con las sustracciones de cables de cobre.
Ayer se pudo saber que el material de plomo intervenido en Outeiro Seco fue robado en el almacén de una empresa en el municipio de Pereiro.
