ENTROIDO EN OURENSE

Jacobo Ovejero ‘Omacahtl Rei da Chispa', el Rei do Entroido 2017

photo_camera Jacobo Ovejero con una fantasía inspirada en la cultura azteca pero con alusiones a la ciudad de Ourense.

El desfile reunió a sesenta comparsas, algunas de ellas con cien personas, que animaron las calles con sus coreografías

Sesenta comparsas, alguna de ellas con más de 100 integrantes,  35 de ellas con carrozas o vehículos con ruedas, tomaron parte en el multitudinario desfile de Entroido del Concello de Ourense, el acto central de la programación y uno de los preferidos por los vecinos de la ciudad de todas las edades.  Una puesta en escena que, pese a la amenaza de lluvia, invitó a la participación y visualización desde diferentes calles de la urbe en las que no cabía un alfiler desde primera hora de la tarde.

En esta edición, una quincena de colegios o Ampas se sumaron a la fiesta con padres y niños entremezclados en sus coreografías y puestas en escena. La nota musical corrió a cargo de cinco charangas: Doctor Anchoa, Riau Riau, Os Chispas, Albor y Castro Bello.

La comitiva partió a las cinco de la tarde de As Lagoas para desembocar en la praza Maior en donde la orquesta Claxxon (con dos equis) animó el baile en un aforo limitado a 3.000 personas. 

Después del desfile, la plaza acogió el concurso para la elección del "rei do Entroido" -"Jacobo Ovejero Iglesias"- y distinciones para las mejores comparsas. “Sol y las súper lunas" logró el primer premio entre las de más de diez componentes. "Última tribu y "Paxareando" quedaron también clasificada en segundo y tercer puesto, respectivamente.

"Vespas de Entroido" fue la mejor entre las  agrupaciones con menos de 10 miembros. "Casetes galegos e boli bic" y "Desde o xapón: hatsume Miku" también obtuvieron premios en esa misma categoría. "Os  mariñeiros" fue la más ocurrente; la más animada, "Catro pasos 80's" y la más numerosa, "Viva México".

El premio al mejor diseño de carrozas fue a parar a "Os arrieiros" y el de animación recayó en "Os azucarados de Maside".

Jacobo Ovejero Iglesias (23 años) recibía muy emocionado la corona de rey con un traje de inspiración azteca, pero con influencias de la  tierra, "Omacahtl Rei da Chispa", una versión  sui generis del Dios de la diversión de la civilización asentada en la  zona central de Mesoamérica pero con As Burgas y La Lechera en la pechera.

Ovejero, quien desfiló con la peña a la que pertenece, la asociación cultural Os Loailos, un grupo que se junta para la fiesta, como él mismo dice,  no daba crédito a su designación.  "Estoy muy feliz, esto es un sueño para mí", aseguraba a este periódico instantes después de ser designado. 

Por quinto año consecutivo, participa en los carnavales de la ciudad, una fiesta por la que siente auténtica pasión. Según reconoce, comienza a preparar el disfraz a un año vista. "La semana después de que acabe el carnaval ya empiezo a planificar el siguiente", destaca. Y todo, sin grandes gastos. La fantasía de esta edición la confeccionó prácticamente con material reciclado, telas a las que dio una segunda vida. 

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