El alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, lanzó ayer una nueva promesa, en este caso la de reestructurar el mapa de líneas del transporte urbano de la ciudad y modificar las frecuencias de paso de los autobuses, una medida que ha estado siempre sobre la mesa en los últimos años pero que, según explican fuentes de la Concejalía de Transportes es “inviable” en estos momentos, dado que la concesión lleva siete años en precario. En este mismo mandato, el gobierno anunció una línea a la Biblioteca Pública que tuvo que descartar por esta circunstancia.
Todo esto es obviado por el regidor, que a través de un comunicado remitido desde el Concello, aseguró que en otoño habrá como principal novedad una línea circular desde A Ponte al CHUO con vehículos cada ocho minutos, que pasaría entre otros puntos por el complejo cultural de San Francisco, los juzgados, el pabellón de Os Remedios o As Lagoas. “Se cambiarán casi todas las líneas y horarios, va a ser un antes y un después”, llega a decir el alcalde.
Técnicos especialistas en el transporte urbano explican, además, que una medida en este sentido condicionaría la futura concesión, que precisa de un estudio previo para su licitación, por lo que cualquier alteración dinamitaría el procedimiento. Pese a todo, Jácome promete licitarla en noviembre y que esté operativa en julio de 2023.
Asimismo, el alcalde liga su propuesta con la llegada de los nuevos autobuses, que anuncia para enero cuando ni siquiera se ha adjudicado el contrato con los fabricantes (tres empresas se repartirán el encargo) y los plazos de ejecución para las primeras unidades rozan los nueve meses, creciendo en el caso de los vehículos eléctricos hasta el año. El presupuesto previsto para la adquisición de los autocares es de 14 millones.
