Día Mundial Contra el Cáncer

La incidencia del cáncer crece en Ourense, pero la supervivencia también

Imagen de un laboratorio (Archivo)
photo_camera Día contra el cáncer. Imagen de un laboratorio (Archivo)
En el 2023, en la provincia de Ourense se detectaron 2.644 nuevos casos de cáncer, la cifra más alta de la última década

En 2023, la provincia registró la incidencia más alta de cáncer de la última década, con un total de 2.644 nuevos casos detectados. Los diagnósticos de la enfermedad no dejan de aumentar desde 2013, pero también lo hace la supervivencia. En 2023 fallecieron 1.032 ourensanos a causa de algún tipo de cáncer, casi 200 menos que hace diez años. Sin embargo, cabe destacar que la tasa de mortalidad ourensana (339 por cada 100.000 habitantes) es más alta que la media gallega. 

Hoy, Día Mundial Contra el Cáncer, los sanitarios recuerdan la importancia del diagnóstico precoz, que en muchos casos es clave para lograr la supervivencia. Las mejoras logradas en materia de detección, así como los avances en tratamientos y técnicas, se traducen en una reducción paulatina de la letalidad. Aun así, los informes de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) aseguran que la incidencia de la enfermedad seguirá aumentando en los próximos años. La proyección para 2040 (dentro de 16 años) cifra en 2.857 los nuevos casos que se detectarán en la provincia. 

Población mayor

La incidencia del cáncer está íntimamente ligada a la edad. En el caso de la provincia, de los 2.644 casos diagnosticados en 2023, el 47,9% se detectaron en personas de más de 75 años. De hecho, el 94% de los nuevos pacientes tenía más de 50 años. De igual forma, la mortalidad también está asociada al envejecimiento: el 63% de los ourensanos fallecidos el pasado año a causa del cáncer tenía más de 75 años. 

Inserción laboral

Este 2024, AECC focaliza la lucha contra el cáncer en visualizar la realidad de la inserción laboral de los sobrevivientes de la enfermedad. “Cada vez haberá máis persoas que superen a enfermidade, que teñan que reincorporarse ao traballo con necesidades non atendidas”, explica Olaia Romasanta, trabajadora social de la entidad. En este sentido, habla de las dificultades que se encuentran al retomar su vida laboral. “Teñen secuelas, tanto físicas como psicolóxicas, que moitas veces lles impiden volver con normalidade ao traballo. Por iso é necesario concienciar un pouco a todos os axentes sociais”, recalca.  

 La entidad ofrece asesoramiento para ayudar a los sobrevivientes, que en muchas ocasiones tienen que pedir una discapacidad o cambiar de puesto de trabajo. “O asesoramento que realizamos é gratuíto, e moitas veces pódelles servir para afrontar a súa situación persoal. Atopámonos a moitas persoas con angustia e síntomas ansiosodepresivos pola volta ao traballo”, asegura. También se acompaña a los pacientes, que muchas veces se preocupan más por la situación laboral que por el diagnóstico: “O tema económico e laboral preocúpalles moito, pola angustia de quedar sen ingresos ou sen traballo”.

Romasanta también pone sobre la mesa la realidad de los cuidadores, que a menudo se ven obligados a dejar de trabajar durante la enfermedad del paciente. “En moitas ocasións solicitan unha reducción de xornada, co que implica unha perda do salario…”, apunta.

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