Escritor y miembro de la comunidad Protestante de Ourense

José Luis Fernández Díaz: ‘Los protestantes fueron de los primeros en defender la libertad y los derechos civiles’

El profesor y escritor José Luis Fernández Díaz. (Foto: Archivo)
El profesor y escritor José Luis Fernández Díaz (Ourense, 1967), rescata la historia del protestantismo en la provincia, con su último libro: ‘Pioneros protestantes en la Atenas de Galicia’.
Nieto de uno de los precursores del protestantismo en la ciudad, de nombre José Fernández Carnicero; el profesor, músico y escritor ourensano José Luis Fernández Díaz presentará el próximo 18 de febrero, en el Liceo, su libro ‘Pioneros protestantes en la Atenas de Galicia’, una obra con la que intenta rescatar la historia de este movimiento religioso y la represión que sus seguidores sufrieron en la provincia.

¿Cuál es el objetivo de sacar a la luz un libro sobre los primeros protestantes en Galicia?

Siendo yo miembro de la comunidad protestante de Ourense, el objetivo de mi obra es que la gente conozca nuestras raíces e ideología, pues la doctrina e historia del protestantismo al ser un grupo minoritario en toda España, quedó un tanto restringido.

¿Desde cuándo existe el protestantismo en la sociedad ourensana?

Las primeras referencias del protestantismo datan de 1877. Curiosamente en el censo poblacional de ese año se manifiestan 119 personas disidentes de la religión católica. Así, en el registro civil de aquella época, en el apartado que pertenecía a religión, a estas personas no les aparecía el término de protestantes, sino que utilizaban la categoría de cristianos.

¿Cómo llegó el protestantismo a la provincia?

En mi investigación he encontrado que los primeros grupos protestantes en la provincia estu vieron apoyados por la masonería y por grupos anarquistas como republicanos, socialistas y miembros de la Escuela Laica Neutral. Curiosamente todas estos grupos vivían a finales del siglo XIX en la misma zona y tenían sus templos en la misma casa, ubicada en la antigua calle Reina Victoria, que hoy es Julio Prieto Nespereira. Esta casa era propiedad de un masón muy importante llamado José Conde. En el primer piso estaba la Escuela Laica Neutral y en los bajos la Iglesia Protestante, que fue inaugurada en octubre de 1922. Algo muy parecido pasó en Celanova, pues los protestantes se reunían en la casa de un masón que des pués fue alcalde, Benito Cancela.

¿Qué actividades realizaba la comunidad protestante al reunirse en estos templos de la ciudad y Celanova?

Lo principal es que podían leer la Biblia e interpretarla libremente, para incorporar lo aprendido a su vida diaria.

¿Sufrieron represión social o política por no ser católicos?

En aquella época, Iglesia y Estado eran lo mismo, y todo lo que saliera de Roma era reprimido, por eso los protestantes se unieron con otros grupos, pues tenían algo en común, que fueron los primeros en defender la libertad y los derechos civiles. A las reuniones que tenían a principios del siglo XX asistían unas 20 ó 25 personas, pero en cuanto la gente los veía los apedreaban e insultaban. Cuando algún maestro se declaraba protestante lo llevaba claro, pues tenía que dejar la profesión o irse a Madrid a ejercer.

¿Cuántas personas formaban la comunidad protestante en aquella época y cuál es la situación actual?

A partir de 1941 se puede hablar de un grupo de 80 ó 100 personas que se reunían en Mariñamansa. Años después ya se construyeron las iglesias en San Cibrao das Viñas, en la Avenida de Portugal y en la calle Bonhome, donde está una de las sedes actuales. En la provincia había grupos importantes en Mugueimes, Calvos de Bande, Ribadavia y Celanova. A partir de 1967, la libertad religiosa en España está reconocida, y eso ha favorecido la creación de siete iglesias, que albergan 250 creyentes.

¿Qué labor desarrollan actualmente estos templos?

Principalmente promover la Biblia, aunque también ofrecemos tutelaje y ayuda social a los presos en Pereiro, ayudamos con ropa y comida a los pobres, brindamos atención asistencial a drogadictos y favorecemos la integración de los extranjeros, pues estamos muy agradecidos con los inmigrantes que llegaron de las sociedades bíblicas de Cuba y Argentina, primeros en traer biblias para los protestantes ourensanos.


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