Un menor ya condenado dice que uno de los inculpados le asestó golpes como 'si fuera un balón'

Un joven acusa a otros tres de 'machacarle' la cabeza a patadas

Juan Serantes, Lucas González  y Jacobo González, en la sala de vistas de la Audiencia. (Foto: MARTIÑO PINAL)
Pese a que los tres jóvenes acusados de lesionar gravemente en la madrugada del 1 de noviembre de 2011 a otro, a la salida de una discoteca de la ciudad, negaron su participación en los hechos, la víctima fue tajante a la hora de incriminarlos.
Identificó a Jacobo González González, Lucas González Pérez y Juan Serantes Rodríguez como las personas que la patearon la cabeza cuando estaba en el suelo. A la causa está aportada la declaración de un menor, ya juzgado por estos hechos y que se mostró muy descriptivo a la hora de relatar la escena: 'Jacobo le dio patadas como si fuera un balón'. En el juicio se ratificó, pero poniendo énfasis en que su amigo Juan Serantes no había participado en la pelea.

Denunciante y denunciados apenas coinciden en su versión de los hechos salvo en la hora y el lugar donde ocurrió todo: sobre las tres y media de la madrugada en el callejón de Camino Caneiro. Por motivos que no quedaron muy claros -los inculpados hablaron de confusión con otra persona-, el menor se dirigió a la víctima. A partir de ahí, cada uno arrimó el ascua a sus intereses.

La agresión tuvo dos momentos en los que, según el lesionado, no paró de recibir patadas y puñetazos. 'En el suelo me machacaron a patadas', relató. Añadió que, incluso cuando se iba, Serantes y el menor le salieron a su encuentro. El primero, según su versión, le empujó y el último le asestó el puñetazo que 'me dejó KO'. Lo siguiente que recuerda es ya en el hospital, en donde estuvo ingresado seis días.

El inculpado mantiene, versión que hace suya la fiscal, que el menor inició la discusión para, a continuación, Juan Serantes, a quien conocía del colegio, agarrar lo por detrás y tirarlo al suelo, dándole una patada en la cabeza. Jacobo González y Lucas González se unieron a la pelea cuando la víctima estaba indefensa en el suelo. Eso sí, reconoce que les llamó cobardes y que se quedaba con sus caras.

El portero de la discoteca en la que habían estado todos ellos -la sala Capital- grabó parte de lo acontecido, vídeo que fue visionado ayer en la sala. Este testigo, quien tildó la paliza de 'brutal y soberbia' ante la policía, ratificó que 'la víctima estaba sumida y no provocó a nadie'.

A consecuencia de los golpes, el lesionado perdió el 60% de la visión de su ojo izquierdo, además de la desviación del tabique nasal, alteración de la respiración, diplopía (visión doble) y estrés postraumático.

La fiscal, quien en un principio pedía una pena de dos años y medio de cárcel, modificó su escrito ante la gravedad de los hechos (pérdida de la visión del ojo). Las defensas en sus conclusiones definitivas también introdujeron, en caso de condena, las atenuantes de embriaguez y dilaciones indebidas.

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