El Presidente del Colegio de Ópticos y Optometristas de Galicia advierte de que "los niños menores de cinco años no deben utilizar este tipo de artículos porque su vista aún está en fase de desarrollo"
Los dispositivos electrónicos se han convertido en el nuevo canguro de los más pequeños de la casa. Ver a un niño con una tableta o entreteniéndose con un teléfono móvil es una de las imágenes más repetidas en parques y hogares.
Sin embargo, estos hábitos pueden afectar al sistema visual de los niños tal y como lo confirma el presidente del Colegio de Ópticos y Optometristas de Galicia, Eduardo Eiroa. "Los niños menores de cinco años no deben utilizar este tipo de artículos porque su vista aún está en fase de desarrollo", advertía. Además, esta prevención es esencial en este momento en que comienza el curso escolar y el uso de ordenadores se acentúa.
¿Qué problemas pueden aparecer cuando el niño usa con frecuencia estos dispositivos?
El sistema visual cuando el niño tienen cinco años es sumamente plástico por lo que se adapta a la actividad que está realizando. Si el niño se pone a ver durante mucho tiempo y de cerca un dispositivo electrónico, va a sufrir una adaptación de su sistema visual a ver a esa distancia por lo que más frecuente es que desarrolle miopía o astigmatismo. El sistema visual ha evolucionado para ver de lejos por lo que si ahora le hacemos que actúe de forma contraria, esto va a provocar trastornos .
¿Qué síntomas deben poner en alerta a los padres?
Cuando el niño desvía un ojo, es síntoma de que algo no va bien. Lo mismo ocurre si los ojos no están perfectamente alineados o si se nota que el niño tropieza con mucha facilidad. Estos son algunos indicios que nos indican que
el niño menor de cinco años presenta alguna anomalía ya que aún no se pueden someter a exámenes completos.
¿Cuál sería el tiempo máximo de exposición de los niños a estas pantallas?
Los jóvenes hasta los 18 años, no deberían utilizar estos dispositivos más de una hora al día y los menores de cinco, en ningún caso. No me refiero a los ordenadores sino sobre todo a las pequeñas pantallas de móviles o tabletas, que requieren una proximidad muy cercana a los ojos. Los niños tienen unos brazos pequeños y entonces acercan mucho los objetos a los ojos para verlos, a veces a escasos 15 centímetros y esto es muy potenciador de anomalías visuales
como la miopía.
¿Qué se puede hacer para contrarrestar el tiempo que dedican a las pequeñas pantallas?
Es importante alternar el tiempo que se dedica a la visión de cerca con estas pantallas con deportes como el futbol
o el baloncesto, que desarrollan el campo y la agudeza visual a más distancia.
Esto permitirá mantener una visión activada a esas distancias que el niño necesitará , por ejemplo, cuando se saque el carne de conducir.
¿Cuándo se aconseja someterles a una revisión?
A los seis años, coincidiendo con el inicio del curso escolar, es la edad ideal para hacer una revisión completa. Esto siempre que no se haya detectado antes ninguna anomalía.
Después, es aconsejable repetir el examen cada año porque un niño puede estar muy bien a los seis años y a los siete, tenga algún defecto visual que va influir en su rendimiento escolar.
¿Y si hay lista de espera para
el oculista?
Gracias al convenio "Ollo cos ollos" firmado en 2006 con la Consellería de Sanidad, los niños a partir de los seis años son enviados por el pediatra a centros ópticos que están conveniados para que les haga el examen protocolario para que
si hay alguna anomalía visual, se le detecte de inmediato y no tengan que pasar todo el curso escolar con problemas. Desde su funcionamiento, se han atendido a más de 320.000 personas.
