La joya escondida de Espadanedo

El Monasterio de Santa María de Xunqueira de Espadanedo es, para muchos, la joya oculta de la Ribeira Sacra, y así lo reivindican. Ubicado en el corazón de Espadanedo, en el propio altar, en el retablo, en la fachada, en el coro y cada uno de los capiteles de uno de los templos ejemplo de arte románico de transición, hay una historia esperando a ser descubierta. Como todos los monasterios de la Ribeira Sacra, el de Xunqueira es muy antiguo. Los investigadores datan su origen en el Siglo VI, con el nacimiento del monacato junto al Sil y al Miño. Sin embargo, no se cuenta con documentos de este enclave hasta el Siglo XI, en los que se clasifica al monasterio como benedictino: San Julián de Xunqueira de Espadanedo. A finales del Siglo XII, se pasaría al Císter -regla establecida para renovar el mundo benedictino que ya no se adaptaba al “Ora et Labora” y que se basaba en la sencillez-. En este extremo es cuando cambian muchas cosas: el propio nombre, Santa María, el hábito de los religiosos, de color blanco, y la propia edificación. Fue el momento de levantar un templo cisterciense. Dado que se considera al 1200 un año bisagra -finales del Siglo XII, imperaba el Románico, principios del XIII, comienza el Gótico- en el monasterio van a convivir ambos estilos: en las naves colaterales se observan los arcos de medio punto, del Románico; las ventanas aeteras, del Románico o el arco apuntado en la nave mayor, del Gótico. Por otro lado y dada la influencia cisterciense de sobriedad, los capiteles son sencillos, aunque también los hay historiados y que lanzan mensajes. Uno de ellos recoge la representación de Jerusalén. El altar del monasterio, así como la pila bautismal, se conservan desde el Siglo XIII. En la parte posterior del altar se distingue el espacio que ocupaba la caja de reliquias, lo que sacraliza el altar. El retablo En cuanto al retablo, que tiene la particularidad de estar separado del fondo -se puede ver la parte trasera accediendo por una pequeña puerta- éste se le atribuye, en un primer momento, a Juan Dangés. Sin embargo, esto no estaría del todo claro, ya que hay quien sospecha que el conjunto artístico no es del XVI, sino del XVII -podría haber sido elaborado por uno de sus alumnos cuando el artista falleció-. Destaca del templo, en términos generales, su buen estado de conservación. La cubierta es original, de madera, y el sotacoro, excepcional, data del Siglo XVI. En cuanto al suelo, del XVIII, llaman la atención las sepulturas numeradas próximas al altar -se sospecha que no llegaron a utilizarse debido a la ley de higiene que impidió hacerlo en su momento-. Caída de fachada El libro de obras del templo recoge la caída de la fachada en el año 1800. Tampoco queda claro, en este punto, el motivo, aunque muchos mantienen vivo el mito de que el templo pudo verse afectado por un rayo. Por esta cuestión, el coro y sotacoro tuvieron que ser reconstruidos en el año 1803 y la fachada se enmarca en el estilo Neoclásico. Aquel hito tuvo una conexión con la actualidad reciente, y es que a comienzos de este 2022 se terminaron las obras de restauración del sotacoro en las que participó Acisclo Manzano y en ellas se encontró el mazo del carpintero que participó en la reconstrucción del XIX. Acisclo, cuyo nombre significa “martillo”, dio los últimos retoques a sus creaciones para el sotacoro con este mazo en la mano. En el coro también se conserva la estructura y las teclas de un órgano de 1777 elaborado por el maestro de órganos del Monasterio de Celanova. Reivindicación Desde Xunqueira de Espadanedo reivindican su “joya oculta” y animan a los amantes del arte, la arquitectura y el románico a completar la visita a los monasterios de Santa Cristina, San Pedro y Santo Estevo con su singular templo. En el exterior, el claustro, perfectamente conservado, muestra varios e inéditos relojes de sol. En julio, agosto y septiembre es posible conocer el Monasterio de Santa María de Xunqueira de Espadanedo todos los días de la semana -a excepción del martes- a las horas en punto: 11,00 horas, 12,00 horas, 13,00 horas y 14,00 horas; y de tarde a las 17,00 horas, a las 18,00 horas y a las 20,00 horas.