Juan Echanove: “Toda persona es normal hasta que descubres las cosas que ha hecho"

Juan Echanove (Madrid, 1961) es un reputado actor con dos premios Goya en su haber y una Medalla de Oro al mérito en las Bellas Artes por su trayectoria profesional, participando en cine, teatro y televisión. El viernes 11 de septiembre visita el Teatro Principal de Ourense para encarnar al dictador Rafael Trujillo, que gobernó República Dominicana durante 31 años. Echanove protagoniza "La fiesta del chivo", una adaptación de la novela de Vargas Llosa que dirige Carlos Saura. ¿Cómo está siendo la acogida de la obra? Buenísima. La gente sentía la necesidad de salir de casa y dejar de ver a través de una pantalla. Nos la jugamos con un texto conocido y reconocido, universal, de los mejores de un Nobel como Vargas Llosa. ¿Le ha resultado muy difícil meterse en la piel de Trujillo? A la hora de interpretar, puedes encontrar más problemas para encarnar a un hombre corriente. Yo he intentado no subrayar que se trata de un brutal genocida y violador, porque quiero dejar al espectador pensar por su cuenta y, además, es así como sucede en la realidad: todas las personas son normales hasta que descubres lo que han hecho. ¿Es difícil salir del escenario y cambiar el chip? Son gajes del oficio, los carpinteros se cortan los dedos y a nosotros se nos pegan los personajes a la piel. Cuando termina una obra, el mejor antídoto es tomar una cerveza y charlar con tus compañeros. También es un gran aficionado a los karts. Me encantan. Tengo un mono terrible porque llevo desde navidades sin pilotar uno, pero ahora mismo no puedo arriesgarme a un arañazo. ¿Cómo le resultó trabajar con Saura? Él es un hombre experimentado, tranquilo y educadísimo que tiene una confianza enorme en los actores y nos facilita el trabajo. Escucha todas nuestras propuestas. ¿Qué enseñanzas le ha aportado su trabajo a lo largo de los años? El teatro es todo lo que soy, mi esencia absoluta, y cada vez que subo al escenario me acerco al núcleo de esa esencia. Me ha enseñado a resistir, ser generoso… Es una profesión con muchos altibajos, pero nunca he tenido un plan B. También tiene experiencia en televisión y cine, ¿en qué ámbito prefiere actuar? Me gusta moverme por todos ellos y trabajar de diferentes maneras. Al final, siempre se trata de crear personajes para contar historias a través de ellos, y me produce el mismo placer. ¿Cree que los motivos de “La fiebre del Chivo" están de actualidad? Hemos advertido situaciones que ocurren en esta función y pasan también en nuestro mundo. La radicalización está a la vuelta de la esquina, y una sociedad radicalizada se aleja de la democracia.Tenemos muy enraizado el conflicto en nuestra cultura, y así es imposible reaccionar bien ante una pandemia. La confrontación es una manera de hacer política que llevamos sufriendo mucho tiempo, y mientras no la penalicemos no cambiará nada. ¿Teme por el futuro del teatro? Mucho. Las instituciones deben entender que mueve a mucha gente y es un sector muy cercano al turismo. Y a lo largo de todo el verano no ha habido un solo rebrote en todos los lugares donde hemos actuado. No creo que sea cuestión de suerte, sino de que son ámbitos donde la gente está segura. Usted ha declarado que “si no hubiera cultura, no sería posible el confinamiento". La cultura es un derecho fundamental que engrandece la vida, una necesidad vital. Sin ella, las personas viven recluidas entre los muros de su propia percepción. ¿Qué opina de Ourense? He actuado muchas veces en su Teatro Provincial. No solo he disfrutado de la ciudad, también conozco todas las gargantas del Sil y la preciosidad del pueblo de Santo Estevo. Siempre me encanta volver. DÓNDE: Teatro Principal de Ourense. CUÁNDO: 11 de septiembre a las 21:00 horas. ENTRADAS: Desde los 12 euros.